Sabíamos de sobra lo perjudicial que era para el sistema cardiovascular tener elevados niveles de colesterol, pues ahora parece que también es altamente nocivo para la salud del cerebro.
Según un estudio liderado por el Hospital Clinic de Barcelona, la pérdida de memoria, las alteraciones del lenguaje y la falta de atención en la edad adulta están directamente relacionadas con altos niveles de colesterol en sangre.
Para llevar a cabo el estudio los investigadores controlaron durante cinco años a 47 pacientes con hipercolesterolemia familiar. Se trata de una enfermedad hereditaria que padecen unas cien mil personas en España, una prevalencia similar a la de la diabetes tipo uno, y que se caracteriza por un aumento del colesterol LDL, el conocido como "malo", desde el nacimiento.
En el 22% de los pacientes con esta enfermedad hereditaria se detectó deterioro en ámbitos como el de la memoria episódica o la capacidad de atención, mientras que sólo el 3% de los pacientes de control, que no padecen este mal, presentaron alteraciones.
Ello hace asegurar a los expertos que el riesgo de estos pacientes de padecer con los años un deterioro cognitivo leve, conocido por las siglas DCL, e incluso una demencia o un alzheimer esporádico -no el genético que afecta a un 3% de la población- es diez veces superior a la de la población normal.
El especialista de la Unidad de Lípidos del Clínic, Daniel Zambón, ha asegurado que este riesgo mayor de padecer problemas cognitivos afecta no sólo a las personas diagnosticadas con hipercolesterolemia familiar, sino también a todas aquellas que, sin padecer este problema genético, tienen altos niveles de colesterol en sangre.
Los investigadores han instado a la administración a cambiar el actual abordaje de las enfermedades vinculadas al deterioro cognitivo y a invertir más en prevención en lugar de dedicar tantos recursos a tratar las últimas fases de enfermedades como el Alzheimer, "cuando ya difícilmente se puede hacer nada".
Las personas con niveles muy elevados de colesterol deberían, de por vida, tomar fármacos para reducir el colesterol y la glucosa, así como para proteger a las neuronas, según han apuntado.
El estudio ha sido publicado en la revista The American Journal of Medicine, y también ha contado con la colaboración de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, la Universitat Internacional de Catalunya y la Medical University of South Carolina.