El conjunto uruguayo se impuso como visitante al Taladro por 2-0 con
goles de Sebastián Coates (PT 34m) y Gonzalo Godoy (PT 41m). Así, los
uruguayos pasaron al frente en el Grupo 6.
Un duro golpe le asestó a Banfield en
el Sur Nacional de Montevideo, que lo venció por 2-0 y le arrebató el
primer puesto de la clasificación del Grupo 6 de la Copa Libertadores.
El conjunto de Julio Falcioni se mostró partido,
con problemas atrás, sus mejores exponentes lejos de su nivel y bien
controlados por la férrea defensa visitante.
El Taladro vivió así un período inicial de mayor a menor. Si bien su
arranque mostró más intenciones que juego, James Rodríguez amenazaba con
ser determinante, aunque Walter Erviti, Sebastián Fernández y Rubén
Ramírez oscilaban entre una noche errática e intrascendente.
Con el correr de los minutos, quedó en evidencia que, cuando se
cerraba el fondo visitante, el Taladro no encontraba la fórmula para
crear peligro. Y así, agazapados esperando la chance propicia para
lastimar, fue que los uruguayos consiguieron la primera ventaja. A los
34 minutos, Oscar Morales mandó el centro en un tiro
libre desde la izquierda y
Sebastián Coates se elevó para cabecear al segundo palo y a la red.
El gol, lejos de hacer reaccionar a los argentinos, los dejó perplejos y
permitiendo que su rival se agrandara. Alvaro González exigió a
Cristian Lucchetti con un disparo desde afuera del área y, a los 41,
otra vez el juego aéreo hizo padecer al local. Tras un córner cabeceó
Coates y, luego de un rebote, le quedó la pelota al ingresado Gonzalo
Godoy por la derecha para definir al segundo palo.
El complemento empezó con el local más adelantado, pero con los
mismos inconvenientes con su volumen de juego. Julio Barraza le dio
trabajo de cabeza a Rodrigo Muñoz y
Ramírez y James desperdiciaron remates. Sin embargo, la impresión era
que el que tenía todo controlado era Nacional, que casi aumenta en el
descuento cuando Lucchetti le ahogó el grito a Mario Regueiro.
Al final quedó claro que Nacional había sido mucho más inteligente y el
responsable de que Banfield nunca le encontrara la vuelta al pleito. La
cima de la zona había cambiado de manos en una noche de categórica
sorpresa.
goles de Sebastián Coates (PT 34m) y Gonzalo Godoy (PT 41m). Así, los
uruguayos pasaron al frente en el Grupo 6.
Un duro golpe le asestó a Banfield en
el Sur Nacional de Montevideo, que lo venció por 2-0 y le arrebató el
primer puesto de la clasificación del Grupo 6 de la Copa Libertadores.
El conjunto de Julio Falcioni se mostró partido,
con problemas atrás, sus mejores exponentes lejos de su nivel y bien
controlados por la férrea defensa visitante.
El Taladro vivió así un período inicial de mayor a menor. Si bien su
arranque mostró más intenciones que juego, James Rodríguez amenazaba con
ser determinante, aunque Walter Erviti, Sebastián Fernández y Rubén
Ramírez oscilaban entre una noche errática e intrascendente.
Con el correr de los minutos, quedó en evidencia que, cuando se
cerraba el fondo visitante, el Taladro no encontraba la fórmula para
crear peligro. Y así, agazapados esperando la chance propicia para
lastimar, fue que los uruguayos consiguieron la primera ventaja. A los
34 minutos, Oscar Morales mandó el centro en un tiro
libre desde la izquierda y
Sebastián Coates se elevó para cabecear al segundo palo y a la red.
El gol, lejos de hacer reaccionar a los argentinos, los dejó perplejos y
permitiendo que su rival se agrandara. Alvaro González exigió a
Cristian Lucchetti con un disparo desde afuera del área y, a los 41,
otra vez el juego aéreo hizo padecer al local. Tras un córner cabeceó
Coates y, luego de un rebote, le quedó la pelota al ingresado Gonzalo
Godoy por la derecha para definir al segundo palo.
El complemento empezó con el local más adelantado, pero con los
mismos inconvenientes con su volumen de juego. Julio Barraza le dio
trabajo de cabeza a Rodrigo Muñoz y
Ramírez y James desperdiciaron remates. Sin embargo, la impresión era
que el que tenía todo controlado era Nacional, que casi aumenta en el
descuento cuando Lucchetti le ahogó el grito a Mario Regueiro.
Al final quedó claro que Nacional había sido mucho más inteligente y el
responsable de que Banfield nunca le encontrara la vuelta al pleito. La
cima de la zona había cambiado de manos en una noche de categórica
sorpresa.