Estás sentado cómodamente en el sillón de tu casa o echándote una
siesta, en la terraza tomando el sol o bien estás preparando algo de
comer o en la mesa... y entonces aparecen y cuesta deshacerse de ellas.
Las moscas se convierten, en estas fechas de calor, en incómodos y
molestos compañeros de hogar.
No sólo se trata de un insecto 'pesado', sino que además su presencia
puede significar un riesgo para la salud. Las moscas pueden ser el
origen de salmonelosis, shigelosis y varios tipos de infecciones,
debido al contacto habitual de estos insectos con desechos, basuras, o
alimentos en descomposición, como indican en Consumer, quienes además
aportan una serie de consejos para librarse de estos visitantes
indeseables de verano.
Por un lado existen métodos para prevenir que las moscas acudan a
nuestro hogar. La cocina es un lugar más sensible si cabe al 'efecto
llamada' de estos insectos. De esta manera:
Hay que evitar acumular mucha basura y los contenedores mantenerlos
cerrados. En la cocina, debemos intentar que no queden alimentos sin
protección al aire, tales como frutas, jamón o embutidos, dulces y
caramelos, ni tampoco restos de comidas. La limpieza del hogar y su
desinfección debe hacerse con periodicidad.
A estas recomendaciones hay que prestar especial importancia y añadir
otros elementos en cocinas y habitaciones como mosquiteras en las
ventanas.
¿Cómo eliminarlas?
Existen varios métodos para acabar con las moscas. Desde los
insecticidas para uso doméstico y matamoscas eléctricos (los de la luz
fluorescente) habituales hasta otros más sofisticados.
Insecticidas: si se aplica en la cocina ha de hacerse después de
una limpieza general o tras un periodo de inactividad en ésta y hay que
tener cuidado para que no caiga sobre alimentos o utensilios que entren
en contacto con estos.
Matamoscas eléctricos: los hay con repelente de insectos
mediante ultrasonidos. Los matamoscas eléctricos atraen y electrocutan
a las moscas. Una ventaja sobre el insecticida: no tiene sustancias
químicas nocivas. Existen otro tipo de trampas, como las cintas
adhesivas de llamativos colores, que también atraen a las moscas, que
se quedan pegadas. No disponen de contenedor como el matamoscas
eléctricos por lo que si el insecto se suelta caerá sobre el suelo o
algún armario o recipiente de la estancia.
Hierbas aromáticas: desde Consumer aconsejan la albahaca en su
variedad de hoja pequeña. Colocarla cerca de la ventana en cocina y
comedor puede evitar que las moscas se acerquen.
Bolsas de plástico transparente llena de agua: ahuyentan a las
moscas, intimidadas por el efecto de lupa reflectora que generan estas
bolsas, que se puede colgar del techo, por ejemplo.