Un videojuego japonés enseña a violar en la vía pública
El subte, una plaza o un baño público son los lugares recomendados por el programa que desató la polémica. En la piel de un violador, el jugador podrá abusar hasta de una menor de 12 años.
El negocio de los videojuegos pornográficos no es nuevo, ya en las primeras consolas se podía conseguir juegos de este tenor aunque la falta de calidad gráfica ayudaban para que los grotescos entretenimientos parecieran más una broma que un peligro.
Sin embargo con los avances en la tecnología y en la capacidad gráfica de las consolas y las computadoras los juegos alcanzan hoy en día imágenes casi reales.
El Rapelay, un juego de origen japonés, aprovecha las capacidades graficas para plantear, bajo la estética del Hentai, la historia de un violador serial que luego de salir de prisión vuelve a sus andadas.
Así, el jugador puede elegir distintos escenarios y distintas mujeres donde cometer los crímenes. Según detractores, jugar a violar mujeres puede incitar a lanzarse en la vida real a repetir lo aprendido en el juego.
El lanzamiento del video juego en 2006 generó el repudio mundial; sin embargo, fue un éxito en ventas y descargas. Ahora, la discusión llegó a la Argentina donde se lo consigue en sitios de subastas y redes sociales comunes.
Ante esta situación y a partir de un llamado de atención de la Cámara de Diputados, la Dirección Nacional de Política Criminal, del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, acaba de emitir un dictamen con una serie de recomendaciones para prohibir la distribución y comercialización del cuestionado software.
Rapelay además presenta una historia que entremezcla lo policial con lo macabro, el protagonista principal de la historia para vengarse de una adolescente que lo denunció por intento de violación de una amiga, decide abusar de ella, de su madre y de la hermana de 12 años.
Es un videojuego de rol de tipo interactivo, el jugador se mete en la piel del violador, y elige las formas de agresión. Con imágenes que no dejan margen para la imaginación, puede violar virtualmente a las tres mujeres en una estación de tren, en un parque, en baños públicos.
El riesgo que corre el protagonista es que las víctimas puedan quedar embarazadas a medida que aumenta el número de violaciones. En esos casos, el violador debe obligarlas a abortar, de lo contrario pueden incrementarse las posibilidades de que la adolescente lo mate a puñaladas y finalizar el juego.
Entre otras medidas, la Dirección de Política Criminal, encabezada por Mariano Ciafardini, recomienda al Ministerio de Justicia "arbitrar las medidas necesarias para evitar el ingreso al país a través de las autoridades competentes" y "notificar a las empresas nacionales que brindan el acceso a Internet de las posibles sanciones penales que pueden caberles por la publicación del videojuego para la descarga ilegal o difusión de imágenes del mismo por su contenido ilícito".
También aconseja prohibir la venta del producto en sitios de subastas argentinos. La Dirección de Política Criminal detectó que un usuario de la empresa Mercado Libre subastó el videojuego y finalizó la operación el 23 de setiembre de 2009.fuente
El subte, una plaza o un baño público son los lugares recomendados por el programa que desató la polémica. En la piel de un violador, el jugador podrá abusar hasta de una menor de 12 años.
El negocio de los videojuegos pornográficos no es nuevo, ya en las primeras consolas se podía conseguir juegos de este tenor aunque la falta de calidad gráfica ayudaban para que los grotescos entretenimientos parecieran más una broma que un peligro.
Sin embargo con los avances en la tecnología y en la capacidad gráfica de las consolas y las computadoras los juegos alcanzan hoy en día imágenes casi reales.
El Rapelay, un juego de origen japonés, aprovecha las capacidades graficas para plantear, bajo la estética del Hentai, la historia de un violador serial que luego de salir de prisión vuelve a sus andadas.
Así, el jugador puede elegir distintos escenarios y distintas mujeres donde cometer los crímenes. Según detractores, jugar a violar mujeres puede incitar a lanzarse en la vida real a repetir lo aprendido en el juego.
El lanzamiento del video juego en 2006 generó el repudio mundial; sin embargo, fue un éxito en ventas y descargas. Ahora, la discusión llegó a la Argentina donde se lo consigue en sitios de subastas y redes sociales comunes.
Ante esta situación y a partir de un llamado de atención de la Cámara de Diputados, la Dirección Nacional de Política Criminal, del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, acaba de emitir un dictamen con una serie de recomendaciones para prohibir la distribución y comercialización del cuestionado software.
Rapelay además presenta una historia que entremezcla lo policial con lo macabro, el protagonista principal de la historia para vengarse de una adolescente que lo denunció por intento de violación de una amiga, decide abusar de ella, de su madre y de la hermana de 12 años.
Es un videojuego de rol de tipo interactivo, el jugador se mete en la piel del violador, y elige las formas de agresión. Con imágenes que no dejan margen para la imaginación, puede violar virtualmente a las tres mujeres en una estación de tren, en un parque, en baños públicos.
El riesgo que corre el protagonista es que las víctimas puedan quedar embarazadas a medida que aumenta el número de violaciones. En esos casos, el violador debe obligarlas a abortar, de lo contrario pueden incrementarse las posibilidades de que la adolescente lo mate a puñaladas y finalizar el juego.
Entre otras medidas, la Dirección de Política Criminal, encabezada por Mariano Ciafardini, recomienda al Ministerio de Justicia "arbitrar las medidas necesarias para evitar el ingreso al país a través de las autoridades competentes" y "notificar a las empresas nacionales que brindan el acceso a Internet de las posibles sanciones penales que pueden caberles por la publicación del videojuego para la descarga ilegal o difusión de imágenes del mismo por su contenido ilícito".
También aconseja prohibir la venta del producto en sitios de subastas argentinos. La Dirección de Política Criminal detectó que un usuario de la empresa Mercado Libre subastó el videojuego y finalizó la operación el 23 de setiembre de 2009.fuente
cualquiera hacen ya che...lo unico que faltaba.. miren la fuente hay videos..