Maxi Sopo, ciudadano camerunés acusado de fraude bancario en EE UU, pensó que lo había dejado todo atado bien atado cuando escapó a México, pero la policía acabó encontrándole gracias a un detalle en el que no pensó: los comentarios sobre su paradero de sus amigos en Facebook.
Algo parecido le ocurrió a Pasquale Manfredi, considerado uno de los jefes de la mafia calabresa y al que las autoridades italianas echaron el guante siguiendo la pista de sus conexiones a la famosa red social.
Facebook, MySpace y otras redes sociales como Twitter se han convertido en una herramienta indispensable para la Policía y en EE UU numerosos agentes policiales o del FBI han creado perfiles falsos en estas redes con identidades inventadas para poder acceder a información privada de presuntos criminales.
Es decir, entre esas solicitudes de amistad de aparentes desconocidos que usted lleva meses ignorando en Facebook puede encontrarse un agente federal o, incluso, del ministerio de Hacienda estadounidense.
Su uso en casos concretos
Según un informe publicado por Electronic Frontier Fundation, una organización con sede en San Francisco dedicada a la defensa de las libertades civiles, la creación de perfiles falsos en Facebook es una práctica habitual del IRS, la entidad que recauda impuestos en EE UU, y otros organismos públicos. Los responsables del IRS organizaron incluso el pasado año un seminario para educar a sus empleados en el uso de las redes sociales y servicios en Internet como Google Street View para investigar a los contribuyentes.
Hace una década, los agentes de la policía y el FBI ya comenzaron a revisar los chats de páginas como AOL o MSN para seguir la pista a posibles pederastas, pero las posibilidades que ofrece la última generación de sitios de Internet son inmensas.
Mensajes en Twitter o comentarios en Facebook pueden dar, por ejemplo, importante información para encontrar a sospechosos o comprobar coartadas. Las fotos -gente posando con joyas, armas o coches caros- pueden servir para obtener pistas en casos de robo o evasión de impuestos.
Electronic Frontier Fundation asegura en su informe que el departamento de Justicia de EE UU publicó recientemente un informe sobre cómo conseguir y usar pruebas obtenidas en redes sociales y en él se detallaba cómo las distintas compañías de Internet tratan la información de sus usuarios y responden a las peticiones de los agentes.
Facebook "coopera a menudo con las peticiones urgentes", pero el documento lamentaba que Twitter, la popular página de microblogging, almacena los datos por un período de tiempo demasiado corto y se niega a facilitar información sin una orden judicial. En lo que las redes no difieren es en su política sobre la veracidad de los datos de los usuarios y todas exigen que la información personal de las cuentas sea verdadera.
En la práctica, es imposible conseguirlo y todas las redes sociales están llenas de perfiles falsos de usuarios que prefieren mantener el anonimato, criminales que no quieren ser reconocidos o agentes de la policía a la búsqueda de pistas.