Llegar a la butaca del cine sin golosinas en las manos o en los bolsillos, puede resultar un pecado mortal. Mal que les pese a los fundamentalistas que sostienen que en el cine no hay que comer, las películas se disfrutan más comiendo golosinas, ¿qué duda cabe? Para los golosos fanáticos del cine, este es nuestro top 10 de golosinas favoritas para comprar antes de que empiece la película.
1. Mejor golosina para un drama romántico: Toblerone
La angustia que producen las desgracias del amor sólo puede ser consolada con un chocolate que acompañe el relato. La ecuación es proporcional: cuantas más lágrimas derramadas, más chocolate consumido. También recomendamos Tofi o Shot.
2. Mejor golosina para película nacional: Maní con chocolate Georgalos
Si conseguís los Georgalos de caja amarilla, avisá. La idea es hacer composición de lugar y sintonizar con la película y con una golosina nacional de otros tiempos vintage. No es lo mismo, pero si no queda otra, está el maní con chocolate en cajita de Shot o el de Arcor.
3. Mejor golosina para una de terror o suspenso: Caramelos Fizz
La adrenalina que te genera saber que, en cualquier momento, puede aparecer un asesino, un monstruo, un espíritu maligno, sólo puede compensarse con unos dulces efervescentes. Llevá una tira completa (o dos) para que te duren toda la película y puedas respirar en paz cuando te enteres de que, al final, Bruce Willis también estaba muerto.
4. Mejor golosina para una de vampiros: Chicle Bubaloo
El momento en el que esta golosina libera su juguito se compara con la posible sensación de los vampiros cuando se encuentran en plena faena de chupa sangre, incluso, aunque sean vegetarianos (como los chicos de Crepúsculo). Para un efecto asegurado, elegí el clásico de frutilla que te mancha la lengua de rojo.
5. Mejor golosina para una de dibujos animados: Palitos de la Selva
Si vas con tus hijos o tus sobrinos, llevar una bolsa gigante de palitos de la selva adentro de la cartera, el bolso o la mochila, te ayuda a mantenerlos quietos, para que el cine entero no los odie. Lo mejor de los palitos de la selva es que no hay peleas por el gusto, porque son todos iguales.
6. Mejor golosina para una comedia romántica: Torroncino y Dorins
Si sos mujer, un Torroncino. Sin renunciar al chocolate, con esta versión light no vas a sentirte tan mal mientras envidiás a la protagonista divina de la película. Si vas en pareja, para compartir con tu media naranja, lo mejor: unos corazoncitos pastillitas Dorins o Gotitas de Amor.
7. Mejor golosina para cine arte: DRF o cualquier pastilla de menta
En lo posible, evitá todo lo que haga ruido porque los fanáticos del cine europeo son capaces de echarte de la sala si empezás a estrujar un papelito mientras ellos se concentran en el conflicto psicológico del protagonista que combina drogas con sexo y con alguna frase inteligente. Las DRF de mentol te darán el aire necesario para parecer uno más y hacerte el intelectual con anteojos de marco grueso. En el Malba, no fallan.
8. Mejor golosina para una de acción: M&M
Adquirí la bolsa en cantidades abundantes para poder meter la mano todo el tiempo sin mirar y agarrar de a diez sin perderte ni un segundo de la historia de acción en la que los tiros y las tramas complicadas son protagonistas. A falta de M&M, los Rocklets siempre son buen reemplazo. Sirven para todas las de acción, desde James Bond hasta Terminator.
9. Mejor golosina para una película erótica: Pico Dulce
No hablamos de triple x, sólo de esas que prometen gente desnuda y excitada en casi todas las escenas. Para bajar un poquito las hormonas, andá chupando un Pico Dulce y después, vos sabrás. Como se termina pronto, aprovechá y comprate un paquetito de chupetines Baby Doll. Eso sí, cuando salgas del cine, corré a un bebedero.
10. Mejor golosina para una de ciencia ficción: Sugus confitados
Aunque podamos ver una película de ciencia ficción, de estilo Avatar, en nuestra casa, los efectos especiales súper innovadores nunca serán apreciados como en la pantalla gigante del cine. De la misma manera, los Sugus confitados sólo se disfrutan al máximo en el cine. Está comprobado científicamente, los podés comer en el bondi o en tu casa, pero la experiencia nunca se asemeja al placer de la sala a oscuras con anteojos 3D sobre la cara. Comer Sugus confitados en otro lugar que no sea un cine es como mandarte un combo de Mc donald’ s con agua mineral.fuente