En la prueba de los 50 metros de estilo libre en natación de
Para-Olímpicos destacan 3 nadadores; el inglés sin brazos, el griego sin piernas, y el español sin brazos ni piernas.
Dan la salida y el español se hunde. Pasa un minuto y deciden sacarle y medio ahogado dice:
¡Joder, un año entrenando con las orejas, y me ponen gorro!
Estaba Alcapone cuando era chiquito escribiéndole una carta al niño Jesús.
Querido
niño Jesús, este año me he portado muy muy muy bien, se queda pensando
y dice, no, la verdad no me he portado muy muy muy bien, y la rompe.
Querido
niño Jesús este año me he portado muy muy bien, se queda pensando otra
vez y dice, no, la verdad no me he portado muy muy bien, la rompe.
Querido
niño Jesús, este año me he portado muy bien, se queda pensando y dice,
no, la verdad es que no me he portado muy bien, no puedo mentirle, la
rompe.
Querido niño Jesús, este año me he portado bien, y dice, la
verdad es que ni bien me he portado, no le puedo decir mentiras, y
rompe la carta de nuevo, en eso toma una imagen de la virgen que tenía
al lado y empieza escribir de nuevo.
Querido niño Jesús, tengo secuestrada a tu madre, si no me traes lo que te pido, no te la devuelvo nunca.
Hubo
un robo en una joyería de la capital. Llega la policía y encuentra las
ventanas rotas y a un viejito mendigo cerca de la puerta. Los policías
dicen:
¡Este es el ladrón! Llevémoslo a la pileta del parque para que confiese.
Lo llevan y lo meten de cabeza dentro del estanque; lo sacan y le preguntan:
¿Dónde están las joyas?
El viejito no contesta nada, entonces lo vuelven a meter durante más tiempo. Lo sacan de nuevo:
¿Dónde están las joyas?
Nada que contesta, lo meten la tercera vez, durante dos minutos, entonces el viejito levanta una mano; un policía dice:
¡Ya va a hablar!
Lo sacan y le preguntan:
A ver, ¿Dónde están las joyas? ¿Qué tiene que decir?
Contesta el viejito:
Que llamen a un buzo porque yo no veo nada en el estanque.
Este
era un concurso de latigazos, y eran muchos los participantes, las
reglas: El que grita pierde, y así se inicia el concurso, se presentan
muchos muy fuertes y fornidos, muchos llegan a los 20, otros pocos a
los 30, antes de gritar "ya, ya, ya, por favor" entre todos sale un
chavo muy delgado y débil y se decide a concursar, lo amarran y
empiezan uno, dos, y así llegan a los 20 latigazos, y la gente se
emociona, llegan a los 30 y la gente empieza a contar 31, 32, 33,
mientras el joven con lágrimas en los ojos resiste y la multitud lo
ovaciona:
¡Chiquiti-bun ala vin-von-va, el mudo, el mudo ra ra ra!
Estaba un día un rico y un pobre, en eso el rico dice:
En mi casa comemos a la carta, lo que pedimos nos sirven.
El pobre lo mira y le dice:
En mi casa también comemos a la carta, el que saca la mayor, come.
Este es un niño que le dice a su padre: Papá, papá, ¿La abuelita sabe mecánica?
No, ¿Por qué?
Porque la acabo de ver debajo de un autobús.
Dice la maestra a Pepito:
A ver Pepito, si yo digo "fui rica" es pasado, pero si yo digo "soy hermosa", ¿qué es?
Una gran mentira maestra.
En plena guerra llega el general y le dice a sus soldados:
Les tengo una noticia buena y una mala, ¿Cuál quieren escuchar primero?
Y dicen los soldados juntos:
¡Pues la mala primero!
Y el general contesta:
Bueno, hoy comeremos excrementos.
Y todos se quejan y dicen:
Ahora díganos la buena.
Que alcanzará para todos.
Un mendigo va y toca una puerta, sale un señor y le pregunta:
¿Qué quieres?
El mendigo le responde:
Señor, ¿no tendrá comida que me invite?
El señor responde:
¿Le importa que sea de ayer?
No, no importa.
Entonces, venga mañana.
Para-Olímpicos destacan 3 nadadores; el inglés sin brazos, el griego sin piernas, y el español sin brazos ni piernas.
Dan la salida y el español se hunde. Pasa un minuto y deciden sacarle y medio ahogado dice:
¡Joder, un año entrenando con las orejas, y me ponen gorro!
Estaba Alcapone cuando era chiquito escribiéndole una carta al niño Jesús.
Querido
niño Jesús, este año me he portado muy muy muy bien, se queda pensando
y dice, no, la verdad no me he portado muy muy muy bien, y la rompe.
Querido
niño Jesús este año me he portado muy muy bien, se queda pensando otra
vez y dice, no, la verdad no me he portado muy muy bien, la rompe.
Querido
niño Jesús, este año me he portado muy bien, se queda pensando y dice,
no, la verdad es que no me he portado muy bien, no puedo mentirle, la
rompe.
Querido niño Jesús, este año me he portado bien, y dice, la
verdad es que ni bien me he portado, no le puedo decir mentiras, y
rompe la carta de nuevo, en eso toma una imagen de la virgen que tenía
al lado y empieza escribir de nuevo.
Querido niño Jesús, tengo secuestrada a tu madre, si no me traes lo que te pido, no te la devuelvo nunca.
Hubo
un robo en una joyería de la capital. Llega la policía y encuentra las
ventanas rotas y a un viejito mendigo cerca de la puerta. Los policías
dicen:
¡Este es el ladrón! Llevémoslo a la pileta del parque para que confiese.
Lo llevan y lo meten de cabeza dentro del estanque; lo sacan y le preguntan:
¿Dónde están las joyas?
El viejito no contesta nada, entonces lo vuelven a meter durante más tiempo. Lo sacan de nuevo:
¿Dónde están las joyas?
Nada que contesta, lo meten la tercera vez, durante dos minutos, entonces el viejito levanta una mano; un policía dice:
¡Ya va a hablar!
Lo sacan y le preguntan:
A ver, ¿Dónde están las joyas? ¿Qué tiene que decir?
Contesta el viejito:
Que llamen a un buzo porque yo no veo nada en el estanque.
Este
era un concurso de latigazos, y eran muchos los participantes, las
reglas: El que grita pierde, y así se inicia el concurso, se presentan
muchos muy fuertes y fornidos, muchos llegan a los 20, otros pocos a
los 30, antes de gritar "ya, ya, ya, por favor" entre todos sale un
chavo muy delgado y débil y se decide a concursar, lo amarran y
empiezan uno, dos, y así llegan a los 20 latigazos, y la gente se
emociona, llegan a los 30 y la gente empieza a contar 31, 32, 33,
mientras el joven con lágrimas en los ojos resiste y la multitud lo
ovaciona:
¡Chiquiti-bun ala vin-von-va, el mudo, el mudo ra ra ra!
Estaba un día un rico y un pobre, en eso el rico dice:
En mi casa comemos a la carta, lo que pedimos nos sirven.
El pobre lo mira y le dice:
En mi casa también comemos a la carta, el que saca la mayor, come.
Este es un niño que le dice a su padre: Papá, papá, ¿La abuelita sabe mecánica?
No, ¿Por qué?
Porque la acabo de ver debajo de un autobús.
Dice la maestra a Pepito:
A ver Pepito, si yo digo "fui rica" es pasado, pero si yo digo "soy hermosa", ¿qué es?
Una gran mentira maestra.
En plena guerra llega el general y le dice a sus soldados:
Les tengo una noticia buena y una mala, ¿Cuál quieren escuchar primero?
Y dicen los soldados juntos:
¡Pues la mala primero!
Y el general contesta:
Bueno, hoy comeremos excrementos.
Y todos se quejan y dicen:
Ahora díganos la buena.
Que alcanzará para todos.
Un mendigo va y toca una puerta, sale un señor y le pregunta:
¿Qué quieres?
El mendigo le responde:
Señor, ¿no tendrá comida que me invite?
El señor responde:
¿Le importa que sea de ayer?
No, no importa.
Entonces, venga mañana.