- No la había visto hasta ahora ya que se cubría con un velo.
- Le engañaron enseñándole fotografías de la hermana de la novia.
- El novio ha exigido la devolución de las joyas y regalos por valor de 135.000 dólares que le había hecho.
Un
embajador árabe ha cancelado su boda después de descubrir que su futura
esposa, que se cubría el rostro con un "niqab", un velo, no era la
mujer que la familia de la chica le había prometido y que, además, tenía "barba y era bizca", informa hoy el diario emiratí Gulf News.
Según la edición digital del diario, el prometido, cuya identidad o nacionalidad no revela el periódico, alegó que la madre de su futura esposa le había engañado mostrándole
fotografías de la hermana de la novia. El embajador declaró ante un
tribunal islámico que en las pocas ocasiones en las que se había citado
con su futura esposa, no se había percatado de que no era la misma que
la de la fotografía ni de que tenía barba porque llevaba un velo que le
cubría el rostro.
El tribunal le solicitó que se sometiera a pruebas hormonales y rechazó la devolución de los presentes al novioSegún
fuentes cercanas al juicio, citadas por el diario, el novio no vio el
rostro de su prometida hasta que quiso besarla."Declaró ante el
tribunal islámico que quería besar a su prometida y que entonces descubrió que era barbuda y bizca", dijo la fuente citada por el diario y que tampoco identifica.
El novio, además de cancelar la boda y denunciar que había sido
timado, exigió a la familia de la prometida que le devolviera las
joyas, la ropa y los regalos que había hecho y cuyo valor calculó en
medio millón de dirhams (alrededor de 135.000 dólares). Asimismo, pidió que la mujer se sometiera a pruebas médicas para determinar si sufría trastornos hormonales.
El tribunal solicitó a la novia que se sometiera a dichas pruebas, que revelaron que no padecía ningún tipo de trastorno, y rechazó la demanda del
novio de recuperar los presentes realizados a su prometida. Según la
tradición islámica de muchos países árabes, para que el matrimonio se
considere válido hay que registrarlo oficialmente en primer lugar,
después celebrar un festejo y finalmente consumarlo.