Juan Carlos Gramajo
Un adiós a los cielos de Santiago
Casi 55 años de trayectoria y un largo camino
recorrido junto al folclore santiagueño. A los 13 formó parte de la agrupación Andrés Chazarreta.
El bombisto, recitador, luthier y bailarín Juan Carlos Gramajo, creador
de la Chacarerata Santiagueña, falleció en la víspera de Nochebuena en
una clínica porteña, víctima de una larga y penosa enfermedad. Los
restos del artista santiagueño fueron inhumados ayer en el cementerio
de Olivos.
El
creador y fundador de la agrupación nativa La Chacarerata Santiagueña,
Juan Carlos “Ñato” Gramajo, falleció el jueves en una clínica porteña
víctima de una larga y penosa enfermedad.
El bombisto, recitador,
artesano de bombos y bailarín, dejó de existir en un día tan especial y
sus restos fueron velados en la casa de sepelios de la avenida Maipú
2.180 de la localidad de Olivos, en la provincia de Buenos Aires, e
inhumados ayer a las 10 en el cementerio de dicha ciudad.
Fueron
casi 55 años de trayectoria en el mundo artístico; con sólo 13 años
Gramajo formó parte de la recordada agrupación de Andrés Chazarreta,
para luego continuar con el grupo de Ariel Ramírez y viajó por todo el
mundo con la obra conceptual “La Misa Criolla”. Hasta que promediando
la década del ‘80 fundó La Chacarerata Santiagueña, cuyo nombre fue
creado por Vitillo Abalos, de los recordados Hermanos Abalos.
La Chacarerata
Por
La Chacarerata pasaron cantores populares como Shalo Leguizamón, Motta
Luna, Claudia Romero, Coco Banegas, Quique Ponce, Rodolfo Maldonado
(actualmente en La Clave Santiagueña) y el lema antes de cada concierto
era: “Si Bariloche tiene la Camerata, Santiago tiene a La Chacarerata”.
Actualmente y hasta que la enfermedad lo dejó sin subir a los
escenarios, la agrupación se integró con Sergio Pérez en guitarra y
voz, Germán Gómez en violín y Mario Palavecino en bandoneón y el
colorido de su hermano el recordado (falleció hace dos años), Aurelio
“el Shalako” Gramajo, el “bailarín de los montes”.
“La Chacarerata
te lleva por delante a cielazos e infiernazos, como decía el poeta de
Santiago de Chuco. Son ritmos que juntan, si, al cielo y al infierno,
las estrellas y la Salamanca”, comentó Marcelo Simón sobre Juan Carlos
Gramajo.
Valses, chacareras, zambas y gatos del estilo de “A mi
madre”, “A mi canasto de mimbre”, “Zamba de un sentir”, “Chacarera del
Cachilo”, “La Ceferina”, “Fiesta en Mailín”, “A mis paisanos
santiagueños” y “Que lindo es ver a mi mama”, son clásicos en la
versión de La Chacarerata. Permanentes fueron protagonistas de los
festivales del interior del país como Cosquín (consagración 1987), La
Chacarera de Santiago, Jesús María, La Salamanca, Baradero y tantos
otros que los vieron trasladar el reconocido “patio e‘ tierra”
santiagueño a esos escenarios.
“La Chacarerata me hace pensar que, a veces, lo más moderno es lo tradicional”, finalizó Simón.fuente
Un adiós a los cielos de Santiago
Casi 55 años de trayectoria y un largo camino
recorrido junto al folclore santiagueño. A los 13 formó parte de la agrupación Andrés Chazarreta.
El bombisto, recitador, luthier y bailarín Juan Carlos Gramajo, creador
de la Chacarerata Santiagueña, falleció en la víspera de Nochebuena en
una clínica porteña, víctima de una larga y penosa enfermedad. Los
restos del artista santiagueño fueron inhumados ayer en el cementerio
de Olivos.
El
creador y fundador de la agrupación nativa La Chacarerata Santiagueña,
Juan Carlos “Ñato” Gramajo, falleció el jueves en una clínica porteña
víctima de una larga y penosa enfermedad.
El bombisto, recitador,
artesano de bombos y bailarín, dejó de existir en un día tan especial y
sus restos fueron velados en la casa de sepelios de la avenida Maipú
2.180 de la localidad de Olivos, en la provincia de Buenos Aires, e
inhumados ayer a las 10 en el cementerio de dicha ciudad.
Fueron
casi 55 años de trayectoria en el mundo artístico; con sólo 13 años
Gramajo formó parte de la recordada agrupación de Andrés Chazarreta,
para luego continuar con el grupo de Ariel Ramírez y viajó por todo el
mundo con la obra conceptual “La Misa Criolla”. Hasta que promediando
la década del ‘80 fundó La Chacarerata Santiagueña, cuyo nombre fue
creado por Vitillo Abalos, de los recordados Hermanos Abalos.
La Chacarerata
Por
La Chacarerata pasaron cantores populares como Shalo Leguizamón, Motta
Luna, Claudia Romero, Coco Banegas, Quique Ponce, Rodolfo Maldonado
(actualmente en La Clave Santiagueña) y el lema antes de cada concierto
era: “Si Bariloche tiene la Camerata, Santiago tiene a La Chacarerata”.
Actualmente y hasta que la enfermedad lo dejó sin subir a los
escenarios, la agrupación se integró con Sergio Pérez en guitarra y
voz, Germán Gómez en violín y Mario Palavecino en bandoneón y el
colorido de su hermano el recordado (falleció hace dos años), Aurelio
“el Shalako” Gramajo, el “bailarín de los montes”.
“La Chacarerata
te lleva por delante a cielazos e infiernazos, como decía el poeta de
Santiago de Chuco. Son ritmos que juntan, si, al cielo y al infierno,
las estrellas y la Salamanca”, comentó Marcelo Simón sobre Juan Carlos
Gramajo.
Valses, chacareras, zambas y gatos del estilo de “A mi
madre”, “A mi canasto de mimbre”, “Zamba de un sentir”, “Chacarera del
Cachilo”, “La Ceferina”, “Fiesta en Mailín”, “A mis paisanos
santiagueños” y “Que lindo es ver a mi mama”, son clásicos en la
versión de La Chacarerata. Permanentes fueron protagonistas de los
festivales del interior del país como Cosquín (consagración 1987), La
Chacarera de Santiago, Jesús María, La Salamanca, Baradero y tantos
otros que los vieron trasladar el reconocido “patio e‘ tierra”
santiagueño a esos escenarios.
“La Chacarerata me hace pensar que, a veces, lo más moderno es lo tradicional”, finalizó Simón.fuente