Tenía un control remoto en los intestinos
Luego de una noche de fiesta y alcohol, un estudiante chino no sabía por qué le molestaba tanto su espalda y se encontró con la peor noticia.
Borracho, un estudiante chino fue a la
guardia de un hospital porque sentía un fuerte dolor de espalda, y
luego de hacerse una radiografía, los médicos descubrieron que se debía
a un objeto extraño que tenía en su interior: un control remoto.
Según se cree, el desafortunado joven de 19 años había sido el
blanco de una broma bastante pesada entre amigos, si es que así se los
puede llamar, que terminó con el control remoto de la tv en su
intestino.
De acuerdo a lo que informó The Mirror, todo sucedió cuando Huang
Chen se desmayó por el exceso de bebida que había consumido en una
reunión en su casa.
El dato bizarro: cuando los médicos intentaban determinar por qué
le dolía tanto la espalda, lo revisaron y al darse vuelta, el joven
cambió –sin querer, claro está- el canal del televisor del consultorio.
Fue en ese momento en que los médicos le tomaron una radiografía.
"No sabíamos lo que era. Había un poquito de sangre, pero él no había
dicho nada de un control remoto. No podíamos creerlo cuando vimos la
radiografía, pero él estará bien... el control remoto no tanto",
declaró el doctor Wei Lung Zhi.
Fuente: Ciudad.com
Luego de una noche de fiesta y alcohol, un estudiante chino no sabía por qué le molestaba tanto su espalda y se encontró con la peor noticia.
Borracho, un estudiante chino fue a la
guardia de un hospital porque sentía un fuerte dolor de espalda, y
luego de hacerse una radiografía, los médicos descubrieron que se debía
a un objeto extraño que tenía en su interior: un control remoto.
Según se cree, el desafortunado joven de 19 años había sido el
blanco de una broma bastante pesada entre amigos, si es que así se los
puede llamar, que terminó con el control remoto de la tv en su
intestino.
De acuerdo a lo que informó The Mirror, todo sucedió cuando Huang
Chen se desmayó por el exceso de bebida que había consumido en una
reunión en su casa.
El dato bizarro: cuando los médicos intentaban determinar por qué
le dolía tanto la espalda, lo revisaron y al darse vuelta, el joven
cambió –sin querer, claro está- el canal del televisor del consultorio.
Fue en ese momento en que los médicos le tomaron una radiografía.
"No sabíamos lo que era. Había un poquito de sangre, pero él no había
dicho nada de un control remoto. No podíamos creerlo cuando vimos la
radiografía, pero él estará bien... el control remoto no tanto",
declaró el doctor Wei Lung Zhi.
Fuente: Ciudad.com