Google y Microsoft buscan "clientes" en las redes sociales
Google y Microsoft quieren los mensajes de Twitter.
En la actualidad los dos principales buscadores del mundo, colocando el
de Yahoo en la órbita de Bill Gates, buscan páginas web, videos,
libros, música, noticias... y ahora se han lanzado a la caza de los mensajes de particulares. Debe ser negocio.
El
objetivo es utilizar la información producida por los "twitteros" en
sus motores de búsqueda.En ambos casos Google y el Bing de Microsoft
tienen el mismo objetivo: saber por sus mensajes lo que les interesa a los usuarios de Twitter para proporcionarles los libros, peliculas, coches, viajes que más les puedan interesar en función de lo que dicen en sus mensajes.
Las posibilidades son inmensas. Un grupo de amigos comentan en Twitter
un viajes a Tailandia. desde los buscadores se les ofrecen plazas en
lineas aéreas, hoteles, rutas turísticas, casas de cambio...
Un grupo de usuarios quedan a cenas. Se les ofrecen
restaurantes. Dicen que les gusta un italiano. Pues todos los italianos
de la zona. Además están, en el caso de Google, localizados por GPS.
Negocio redondo. La cuestión es lo que gana Twitter. Esa es la cuestión. De la intimidad ni hablamos.
fuente
Google y Microsoft quieren los mensajes de Twitter.
En la actualidad los dos principales buscadores del mundo, colocando el
de Yahoo en la órbita de Bill Gates, buscan páginas web, videos,
libros, música, noticias... y ahora se han lanzado a la caza de los mensajes de particulares. Debe ser negocio.
El
objetivo es utilizar la información producida por los "twitteros" en
sus motores de búsqueda.En ambos casos Google y el Bing de Microsoft
tienen el mismo objetivo: saber por sus mensajes lo que les interesa a los usuarios de Twitter para proporcionarles los libros, peliculas, coches, viajes que más les puedan interesar en función de lo que dicen en sus mensajes.
Las posibilidades son inmensas. Un grupo de amigos comentan en Twitter
un viajes a Tailandia. desde los buscadores se les ofrecen plazas en
lineas aéreas, hoteles, rutas turísticas, casas de cambio...
Un grupo de usuarios quedan a cenas. Se les ofrecen
restaurantes. Dicen que les gusta un italiano. Pues todos los italianos
de la zona. Además están, en el caso de Google, localizados por GPS.
Negocio redondo. La cuestión es lo que gana Twitter. Esa es la cuestión. De la intimidad ni hablamos.
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