Falsos mitos sobre el cuidado de bebes.
Hay consejos de toda la vida sobre el
cuidado de los bebés que no tienen ningún fundamento. A veces se
heredan de generación en generación y otras surgen misteriosamente.
Los mitos acerca de la salud del bebé son una mezcla de tradiciones
con chismes sensacionalistas. Si en alguna ocasión tienes dudas sobre
si es cierto o no algún extraño consejo que te hayan dado, no te
avergüences y consúltaselo a tu médico.
Estos son diez falsos mitos que hay que desterrar lo antes posible.
1. Si estornudan, están resfriados
Depende. Los estornudos y la tos son mecanismos que tiene el cuerpo
para limpiar las vías respiratorias. Los bebés no pueden sonarse la
nariz ni carraspear para aclararse la garganta. Por eso, se liberan de
las secreciones que se acumulan en sus vías respiratorias mediante
toses y estornudos. Los niños también estornudan cuando están
resfriados, pero, en este caso, también muestran otros síntomas, como
fiebre o malestar.
2. Los bebés saben nadar por instinto
Falso. Este mito es peligroso y nace de una verdad a medias. Es
cierto que los bebés dejan de respirar cuando se sumergen en el agua.
Pero esto no quiere decir que no se puedan ahogar. Si no se les saca
rápidamente del agua, se ahogan porque sus pulmones se quedan
bloqueados.
3. Llorar ensancha los pulmones
Falso. No se ha demostrado que exista ninguna relación entre el
llanto y la maduración de los pulmones. Un bebé que llora lo hace
porque le ocurre algo y las causas psíquicas no son tan visibles como
las físicas, pero no dejan de ser importantes. Si le dejamos llorar, el
bebé no comprenderá por qué nadie le ayuda. El pequeño siempre debe
saber que las personas de su entorno le quieren y le protegen.
[
4. El azúcar quita el hipo
Falso. Muchos bebés tienen hipo por la inmadurez de su sistema
neurológico. Es un movimiento involuntario e intermitente del diafragma
que no tiene ninguna importancia. No es aconsejable probar alguna de
las medidas que se aconsejan a los adultos. Es mejor dejarle tranquilo
y el hipo desaparecerá por sí solo.
5. No deben salir hasta tener 15 días de edad
Falso. Este mito puede deberse al deseo de preservar al recién
nacido de coger alguna enfermedad. Naturalmente, no se le debe exponer
al contacto con una persona afectada por una enfermedad infecciosa,
pero esto no tiene nada que ver con el aire libre.
Para saber si puedes salir o no con el bebé, solo necesitas usar
el sentido común. En verano evita las horas de más calor y en invierno
no salgas cuando haga mucho viento.
6. Cuanto antes les salgan los dientes, más inteligentes serán
Falso. Los dientes de leche salen cuando deben hacerlo, con un
amplio margen que difiere de un niño a otro. La inteligencia que
alcanzará el bebé cuando sea mayor depende de los genes que haya
heredado de sus familiares y de los estímulos que le ofrezcan las
personas de su entorno. No tiene nada que ver con el momento en que le
salgan los dientes.
7.Añadiendo cereales al último biberón, dormirán mejor
Depende. También puede tener el efecto contrario y provocar que el
pequeño se despierte aún más a menudo. Una madre o un padre que lleva
muchas noches sin dormir de un tirón se agarra al primer consejo que le
promete un poco de descanso. Por eso, este es uno de los mitos más
difíciles de erradicar.
8. Al nacer aún no ven
Falso. ¡Claro que ven! Los recién nacidos ven mejor a una distancia
entre 15 y 30 centímetros. Por eso, cuando los adultos hablan con un
bebé de pocas semanas se acercan instintivamente a él. A medida que el
niño crece, su visión se va ampliando y al medio año ya ve a la
perfección los objetos que se encuentran a una distancia de entre tres
y cuatro metros. Cuando tiene un año, su visión es muy parecida a la de
un adulto. El bebé distingue también los colores y, en los primeros
meses, prefiere los contrastes fuertes y los tonos contundentes.
9. No se les debe cortar las uñas los primeros meses
Falso. Las uñas de las manos pueden ser bastante largas y muchos
niños se rascan con ellas la cara. Para cortarlas, hay que usar tijeras
romas y aprovechar un momento en que el pequeño esté tranquilo o
durmiendo.
10. Raparles el pelo a menudo lo vuelve más fuerte
Falso. Si después del corte el pelo parece fuerte, es porque en ese
momento faltan las puntas finas, las que le daban un aspecto más
frágil. Los recién nacidos pierden casi todo el cabello con el que
nacen, cambiándolo por una especie de pelusilla. Así que no tiene
sentido cortarles el pelo antes de los seis meses.
Fuente:Ser Padre
Hay consejos de toda la vida sobre el
cuidado de los bebés que no tienen ningún fundamento. A veces se
heredan de generación en generación y otras surgen misteriosamente.
Los mitos acerca de la salud del bebé son una mezcla de tradiciones
con chismes sensacionalistas. Si en alguna ocasión tienes dudas sobre
si es cierto o no algún extraño consejo que te hayan dado, no te
avergüences y consúltaselo a tu médico.
Estos son diez falsos mitos que hay que desterrar lo antes posible.
1. Si estornudan, están resfriados
Depende. Los estornudos y la tos son mecanismos que tiene el cuerpo
para limpiar las vías respiratorias. Los bebés no pueden sonarse la
nariz ni carraspear para aclararse la garganta. Por eso, se liberan de
las secreciones que se acumulan en sus vías respiratorias mediante
toses y estornudos. Los niños también estornudan cuando están
resfriados, pero, en este caso, también muestran otros síntomas, como
fiebre o malestar.
2. Los bebés saben nadar por instinto
Falso. Este mito es peligroso y nace de una verdad a medias. Es
cierto que los bebés dejan de respirar cuando se sumergen en el agua.
Pero esto no quiere decir que no se puedan ahogar. Si no se les saca
rápidamente del agua, se ahogan porque sus pulmones se quedan
bloqueados.
3. Llorar ensancha los pulmones
Falso. No se ha demostrado que exista ninguna relación entre el
llanto y la maduración de los pulmones. Un bebé que llora lo hace
porque le ocurre algo y las causas psíquicas no son tan visibles como
las físicas, pero no dejan de ser importantes. Si le dejamos llorar, el
bebé no comprenderá por qué nadie le ayuda. El pequeño siempre debe
saber que las personas de su entorno le quieren y le protegen.
[
4. El azúcar quita el hipo
Falso. Muchos bebés tienen hipo por la inmadurez de su sistema
neurológico. Es un movimiento involuntario e intermitente del diafragma
que no tiene ninguna importancia. No es aconsejable probar alguna de
las medidas que se aconsejan a los adultos. Es mejor dejarle tranquilo
y el hipo desaparecerá por sí solo.
5. No deben salir hasta tener 15 días de edad
Falso. Este mito puede deberse al deseo de preservar al recién
nacido de coger alguna enfermedad. Naturalmente, no se le debe exponer
al contacto con una persona afectada por una enfermedad infecciosa,
pero esto no tiene nada que ver con el aire libre.
Para saber si puedes salir o no con el bebé, solo necesitas usar
el sentido común. En verano evita las horas de más calor y en invierno
no salgas cuando haga mucho viento.
6. Cuanto antes les salgan los dientes, más inteligentes serán
Falso. Los dientes de leche salen cuando deben hacerlo, con un
amplio margen que difiere de un niño a otro. La inteligencia que
alcanzará el bebé cuando sea mayor depende de los genes que haya
heredado de sus familiares y de los estímulos que le ofrezcan las
personas de su entorno. No tiene nada que ver con el momento en que le
salgan los dientes.
7.Añadiendo cereales al último biberón, dormirán mejor
Depende. También puede tener el efecto contrario y provocar que el
pequeño se despierte aún más a menudo. Una madre o un padre que lleva
muchas noches sin dormir de un tirón se agarra al primer consejo que le
promete un poco de descanso. Por eso, este es uno de los mitos más
difíciles de erradicar.
8. Al nacer aún no ven
Falso. ¡Claro que ven! Los recién nacidos ven mejor a una distancia
entre 15 y 30 centímetros. Por eso, cuando los adultos hablan con un
bebé de pocas semanas se acercan instintivamente a él. A medida que el
niño crece, su visión se va ampliando y al medio año ya ve a la
perfección los objetos que se encuentran a una distancia de entre tres
y cuatro metros. Cuando tiene un año, su visión es muy parecida a la de
un adulto. El bebé distingue también los colores y, en los primeros
meses, prefiere los contrastes fuertes y los tonos contundentes.
9. No se les debe cortar las uñas los primeros meses
Falso. Las uñas de las manos pueden ser bastante largas y muchos
niños se rascan con ellas la cara. Para cortarlas, hay que usar tijeras
romas y aprovechar un momento en que el pequeño esté tranquilo o
durmiendo.
10. Raparles el pelo a menudo lo vuelve más fuerte
Falso. Si después del corte el pelo parece fuerte, es porque en ese
momento faltan las puntas finas, las que le daban un aspecto más
frágil. Los recién nacidos pierden casi todo el cabello con el que
nacen, cambiándolo por una especie de pelusilla. Así que no tiene
sentido cortarles el pelo antes de los seis meses.
Fuente:Ser Padre