Cristiano Ronaldo
nunca dejará indiferente a nadie. Esa es la conclusión que se puede
sacar de la puesta de largo del jugador más caro de la historia del
fútbol, hasta el momento (94 millones de euros), tras agrupar en el
Santiago Bernabéu a unas 80.000 personas extasiadas por la galaxia de Florentino Pérez.La
del portugués ha sido la tercera presentación del Real Madrid en menos
de dos semanas y ésta, sin duda alguna, la más llamativa de todas. Con
un escenario modificado y ampliado para poder andar junto a los
millares de personas llegadas desde todas partes de España, que
hicieron cola desde primera hora de la mañana, el delantero luso pudo
comprobar la euforia desatada a su llegada.Salió sonriente a eso de las 21.17 horas,
previa presentación y discurso entrañable del presidente del club y
ante un ruido ensordecedor del público. Los cánticos y las pancartas se
sucedían, así como el deseo irremediable de muchas gargantas que le
decía que se "besara el escudo". Y lo hizo, pero después de intentar
improvisar un breve y titubeante discurso, víctima de la emoción del
momento. "Estoy muy feliz de estar aquí. Para mí se ha
cumplido un sueño de niño, que era jugar en el Madrid, y no esperaba
que el estadio se fuera a llenar", señalaba sorprendido.La
espontaneidad de un jugador como pocos (lo ha ganado todo a nivel
personal, así como en Inglaterra) salió a relucir instantes después,
con una frase que quedará para el recuerdo: "A la de tres, todos gritamos 'Hala Madrid'. Uno, dos y tres, 'Hala Madrid", indicaba el portugués con el 9 a la espalda.Acto
seguido llegaron las fotos, los posados, los guiños, algún que otro
autógrafo y el principio de caos, cuando varios espontáneos saltaron al
campo para tocar a su ídolo. Ese fue el momento en el que se vio la primera galopada del portugués por la banda del Bernabéu, aunque ésta terminó en el vestuario para dar paso a la rueda de prensa."Yo quería el número 7"Junto a los cerca de 500 periodistas que asistieron al acto y con ambiente más distendido apareció la otra cara de Cristiano, de niño malo y con algo de sentido del humor.Rehuyendo
las preguntas relacionadas con su vida privada, fue claro para
responder con contundencia otras muchas, en las que aprovechó para
'sacar pecho'. "Estoy muy feliz de ser el jugador más caro de la historia. Voy a intentar demostrar que lo soy", indicaba."El Real Madrid es el club más grande y es el momento más especial. Para míesto es un gran desafío", prosiguió. También
atajó varias controversias antes de tiempo, como es el caso del número
y cuál puede ser su relación con los pesos pesados del vestuario. "Yo
quería el siete, pero es un número mítico aquí. Aún así los números no
juegan", señaló sobre Raúl, para apostillar: "Con él no tendré ningún
problema, sé que son un grupo fantástico".Poco a poco, las preguntas sobre su pasado en el Manchester United
y la rivalidad con el Barcelona de cara al futuro fueron consumiendo
"el día más especial" de su vida, tal y como señaló en varias
ocasiones. Pero si hay algo que dejó claro es su presentación, fue su
ambición: "Existe un equipo muy compensado para poder optar a lo máximo
y yo voy a intentar ganar la Liga y la Champions".
nunca dejará indiferente a nadie. Esa es la conclusión que se puede
sacar de la puesta de largo del jugador más caro de la historia del
fútbol, hasta el momento (94 millones de euros), tras agrupar en el
Santiago Bernabéu a unas 80.000 personas extasiadas por la galaxia de Florentino Pérez.La
del portugués ha sido la tercera presentación del Real Madrid en menos
de dos semanas y ésta, sin duda alguna, la más llamativa de todas. Con
un escenario modificado y ampliado para poder andar junto a los
millares de personas llegadas desde todas partes de España, que
hicieron cola desde primera hora de la mañana, el delantero luso pudo
comprobar la euforia desatada a su llegada.Salió sonriente a eso de las 21.17 horas,
previa presentación y discurso entrañable del presidente del club y
ante un ruido ensordecedor del público. Los cánticos y las pancartas se
sucedían, así como el deseo irremediable de muchas gargantas que le
decía que se "besara el escudo". Y lo hizo, pero después de intentar
improvisar un breve y titubeante discurso, víctima de la emoción del
momento. "Estoy muy feliz de estar aquí. Para mí se ha
cumplido un sueño de niño, que era jugar en el Madrid, y no esperaba
que el estadio se fuera a llenar", señalaba sorprendido.La
espontaneidad de un jugador como pocos (lo ha ganado todo a nivel
personal, así como en Inglaterra) salió a relucir instantes después,
con una frase que quedará para el recuerdo: "A la de tres, todos gritamos 'Hala Madrid'. Uno, dos y tres, 'Hala Madrid", indicaba el portugués con el 9 a la espalda.Acto
seguido llegaron las fotos, los posados, los guiños, algún que otro
autógrafo y el principio de caos, cuando varios espontáneos saltaron al
campo para tocar a su ídolo. Ese fue el momento en el que se vio la primera galopada del portugués por la banda del Bernabéu, aunque ésta terminó en el vestuario para dar paso a la rueda de prensa."Yo quería el número 7"Junto a los cerca de 500 periodistas que asistieron al acto y con ambiente más distendido apareció la otra cara de Cristiano, de niño malo y con algo de sentido del humor.Rehuyendo
las preguntas relacionadas con su vida privada, fue claro para
responder con contundencia otras muchas, en las que aprovechó para
'sacar pecho'. "Estoy muy feliz de ser el jugador más caro de la historia. Voy a intentar demostrar que lo soy", indicaba."El Real Madrid es el club más grande y es el momento más especial. Para míesto es un gran desafío", prosiguió. También
atajó varias controversias antes de tiempo, como es el caso del número
y cuál puede ser su relación con los pesos pesados del vestuario. "Yo
quería el siete, pero es un número mítico aquí. Aún así los números no
juegan", señaló sobre Raúl, para apostillar: "Con él no tendré ningún
problema, sé que son un grupo fantástico".Poco a poco, las preguntas sobre su pasado en el Manchester United
y la rivalidad con el Barcelona de cara al futuro fueron consumiendo
"el día más especial" de su vida, tal y como señaló en varias
ocasiones. Pero si hay algo que dejó claro es su presentación, fue su
ambición: "Existe un equipo muy compensado para poder optar a lo máximo
y yo voy a intentar ganar la Liga y la Champions".