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    Trastornos de comportamiento en el gato

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    Trastornos de comportamiento en el gato Th_arg10
    Femenino

    Trastornos de comportamiento en el gato Empty Trastornos de comportamiento en el gato

    Mensaje por MISSARG Vie Nov 28, 2008 6:05 am

    Trastornos de comportamiento en el gato


    Trastornos del comportamiento en el gato



    Trastornos de comportamiento en el gato Articulo_401
    Hoy en día el gato se ve afectado más de lo que pensamos por trastornos de tipo psicológico, tanto que ya algunos etólogos y veterinarios se dedican a estudiar exclusivamente este asunto, y ha surgido una especialidad llamada zoopsiquiatría. Los principales síntomas de desorden psíquico son la agresividad, el comportamiento erróneo de eliminación, la automutilación y la excesiva timidez. Otros casos son los de gatos histéricos o deprimidos, gatos destructores, gatos que permanecen postrados en un rincón, etc. O sea, que las manifestaciones son variadas.

    Desde el punto de vista estadístico, parece ser que los gatos de raza son más proclives a padecer este tipo de problemas,
    y la explicación puede que sea su mayor fragilidad genética, producto
    del cruzamiento entre consanguíneos. A esta conclusión ha llegado por
    ejemplo el etólogo británico Peter Neville, aunque la base de su teoría
    es que los gatos domésticos están actualmente
    demasiado mimados, y este entorno hiperprotector hace perder al gato
    sus referencias naturales y, por tanto, su equilibrio vital y psíquico.


    El periodo de la vida del gato más sensible es la primera
    infancia, que es cuando se forma su personalidad, y es cuando pueden
    sufrir más desórdenes psicológicos. Este desarrollo comienza antes del
    nacimiento del gatito y va evolucionando hasta su autonomía.
    Según P. Pageat y J. Dehasse, doctores en veterinaria: el desarrollo comportamental del gatito evoluciona
    en función de una interacción compleja entre el desarrollo neurológico
    y somático, por una parte, y los estímulos ambientales, por la otra.
    Son numerosos los factores que pueden interactuar para imprimir en el
    sistema nervioso efectos sociales a largo plazo. Es decir, que en un
    determinado momento, factores externos al gatito pueden provocar la
    aparición de trastornos en su comportamiento.

    Por
    esta razón es fundamental que el gatito permanezca junto a su madre por
    lo menos hasta el momento del destete, ya que gracias a la educación
    que recibe de ésta podrá adaptarse más adelante a las reglas de la vida
    social. Se ha comprobado que la mayoría de los gatos agresivos,
    para los cuales lo más normal es morder y arañar a todos los seres
    vivos que se pongan a su alcance, han sido animales destetados
    demasiado pronto.

    Así mismo es muy importante para la perfecta convivencia entre gatos y humanos que el gatito pase una fase de socialización
    gracias a la cual se acostumbrará al contacto con otros seres de todas
    las especies, incluidos otros gatos. Si estos contactos con humanos no
    se producen en los primeros meses de vida, el gatito tendrá miedo de
    todo, y esta actitud será difícil de corregir. Pero también puede
    ocurrir el efecto contrario, y es que el gatito se vuelva agresivo por esa falta de contacto humano.

    Muchas veces las causas de los trastornos comportamentales de los gatos
    son fácilmente detectables y por lo tanto se pueden solucionar sin
    mucha dificultad. Por ejemplo, molestar al gato mientras come puede
    ponerlo nervioso. Dejar a un gato normalmente sociable en una pensión o
    en la clínica veterinaria durante un tiempo puede hacer que se vuelva
    miedoso, pues puede creer que sus amos lo han abandonado. Mudarse de
    casa o que nuevas personas vengan a vivir a ella puede provocar
    diversas reacciones en los gatos, como diarreas, tics o infecciones.
    Todas estas enfermedades psicosomáticas se pueden deducir rápidamente, y por lo tanto, solucionar.

    Pero
    otras veces las causas son más sutiles y no es fácil ver el origen
    ambiental del problema, como por ejemplo en el caso de la coprofagia
    (ingestión de heces) o cuando comen ropa o lana.

    Y otras veces simplemente no hay causas ambientales. Por ejemplo, un gato que marca demasiado con orina
    puede tener su origen un una mala educación, y lo mismo ocurre en el
    caso de gatos a los que se le permite pedir comida usando las uñas. En
    estos casos la solución es continuar con su educación de una manera muy
    firme.

    Por último, también las causas de muchos trastornos de comportamiento
    son puramente físicas. Por ejemplo, un gato que sacude mucho la cabeza
    puede estar afectado por una otitis parasitaria, aunque en un principio
    su comportamiento nos pueda parecer compulsivo. Por eso, antes de
    analizar un trastorno comportamental en un gato hay que descartar una posible causa física, cuyo tratamiento será de tipo farmacológico.

    En
    casi todos los casos, sea cual sea la causa, hay un indicio común que
    debe hacernos sospechar de la existencia de un problema psíquico, y es
    el hecho de que el gato se olvida del aseo. Desmond Morris le da una
    explicación: Una actitud de este tipo significa a menudo un estado de
    fragilidad ligado tanto a un trastorno territorial
    (en ocasión de una mudanza, por ejemplo) como a una forma de abandono
    (como la llegada de un segundo gato o, también, de un niño).

    Hay
    varias hipótesis para intentar explicar este hecho. La primera y más
    sencilla es que su caja de necesidades esté sucia. El gato hará sus
    necesidades fuera, pero es sólo una forma de avisarle a sus dueños, y
    por lo tanto no es una actitud preocupante, pues con la adecuada
    limpieza de la caja el gato volverá a su costumbre de usarla. La
    segunda hipótesis, que es la más frecuente, es aquella en la que el
    gato intenta cubrir una zona con un olor extraño, para indicar que el
    territorio es totalmente suyo. En principio no es una actitud grave,
    pero hay que estar muy atento a cualquier signo de inseguridad que, si
    no es controlado, puede dar lugar a problemas más graves. En este
    sentido debemos tener mucho cuidado con no eliminar todos los signos olorosos que los gatos dejan repartidos por la casa a modo de marcajes,
    y que los hacen sentir seguros. Normalmente estas señales las van
    dejando en los muebles, objetos de casa, esquinas de las paredes, etc,
    restregando las comisuras de la boca, donde se forman las feromonas de
    tipo relajante. Si realizamos una limpieza a fondo de la casa, podemos
    eliminar de golpe estos marcajes, con lo cual el gato puede sentirse desconcertado y puede reaccionar marcando con orina para volver a recuperar su territorio, con lo cual agravamos el problema de forma considerable.

    La
    tercera hipótesis se da en gatos depresivos, que se mantienen postrados
    y escondidos, y que se orinan sobre el lugar por miedo a moverse. Estos
    gatos han podido ser objeto de agresiones y se necesita tiempo para que
    recuperen la confianza. Otro caso es el de los gatos demasiado dependientes de sus amos, y que cuando éstos no están en casa dejan de comer y asearse. Este tipo de gatos puede desarrollar un tipo de comportamiento de automutilación mediante lamido excesivo.

    Debido a la dificultad de curar los problemas psicológicos de los gatos, es fundamental intentar prevenirlos. Hay 3 reglas de oro para que un gato tenga una buena salud psíquica:

    1º. Permitirle la educación materna y no separarlo de su madre antes del destete natural.

    2º. Proporcionarle una adecuada socialización con seres humanos.

    3º.
    Tener dos gatos en lugar de uno. De esta forma se intercambian lo
    esencial de los comportamientos naturales, a veces olvidado por los
    gatos domésticos.


    Fuente: El Gato. Volúmenes 5 y 6. Editorial Planeta – De Agostini, S.A. Barcelona, 1994.

      Fecha y hora actual: Jue Nov 21, 2024 10:49 am