Origen: El gato del bosque
noruego es una raza antigua. La mitología noruega hace referencia a
este gato a menudo, un tema que fue recogido por los escritores de
fábulas de mediados del siglo XIX. Le asignaban cualidades místicas al
gato, y a menudo le daban un papel importante en sus historias.
Reconocido como raza en 1930, este gato fue expuesto en Oslo, Noruega, mucho antes de la segunda guerra mundial.
Aunque posee características similares al maine coon americano, se
trata de dos razas distintas. El parecido probablemente se debe más a
la vida prácticamente salvaje de los antepasados de ambas razas, que a
una relación genética.
Descripcion: Aunque está a
gusto con las personas, este gato necesita espacio para salir y
explorar. Se encuentra mejor en cualquier actividad, sobre todo cazar
ratones, para lo cual es muy hábil.
El pelaje es espeso, con un
subpelo lanoso para proporcionar calor y pelo exterior más largo para
proteger de las inclemencias del tiempé. Posee un gran collar. Se
admiten todos los colores.
Como es de esperar de un gato rústico y
nórdico, acostumbrado a ganarse la vida cazando, el cuerpo del gato de
bosque noruego es fuerte y musculado. Las patas son fuertes y recias.
Los pies poseen unas uñas capaces de hacerlo trepar por paredes de
roca. La cola es medio larga, muy peluda. La cabeza es redonda con ojos
muy grandes y redondos: posee abundantes bigotes, una nariz corta y
orejas puntiagudas, erguidas, con abundantes mechones.
Sólo debe cepillarse de vez en cuando. El gato muda una vez al año, y mantiene únicamente el pelo largo de la cola.
La dieta debe incluir alternativamente carne y pescado, pero este gato
noruego, si se le deja salir todo lo que él necesita, suele buscarse
gran parte de su alimento.
Caracter: Raza exterior
rústica, buen cazador, excelente trepador, inteligente e independiente.
Buen carácter, y gusta de compañía humana.