La casa fantasma de Amityville
El 13 de Noviembre de 1974 la policía descubre los
cadáveres de seis miembros de la familia DeFeo (el padre, la madre y
cuatro de sus cinco hijos) en la mansión High Hopes. Esta mansión
estaba situada en el 112 de Amityville, Nueva York.
Pocos días
después detienen al Ronnie DeFeo, el mayor de los hijos de 23 años,
quien hace una confesión espeluznante: “Disparé primero a mi padre,
luego bordeé la cama y mate a mi madre. Después de eso, honestamente
digo que no hubiese podido parar aunque hubiese querido. No podía bajar
el rifle, no podía dejar de apretar el gatillo. Sentía como si alguien
estuviese dentro de mi, manejándome a su antojo.”
Ronnie decía oír voces en la casa que le inducían a hacer esas
atrocidades: “cógelos… mátalos…acaba con ellos”. Estas voces fueron
atribuidas por el tribunal como un desorden psicológico. Nunca se
consideraron reales.
El impactante caso ocupó las primeras páginas de la prensa durante meses.
Un año después del atroz asesinato la casa (que era una enorme mansión
colonial de tres plantas con jardín y embarcadero) se pusó a la venta
por el insignificante precio de 80.000 dolares. La familía Lutz
aprovechó la oportunidad, aún sabiendo los hechos ocurridos. Nadie
piensa que una casa te pueda matar. Son las personas las que lo hacen.
Al poco tiempo de mudarse el padre de familia comenzó a escuchar las
mismas voces y su comportamiento cambió radicalmente, hasta el punto de
hacer peligrar la vida de su propia familia. Oía voces, tenía cambios
de personalidad, se volvió agresivo, no era dueño de sus actos. 28 días
después de llegar a la casa, la familia Lutz abandona el lugar. Nunca
regresaron. Ni siquiera a buscar sus propias pertenencias.
Curiosamente la mansión se llamaba High Hopes: Grandes esperanzas. La casa sigue deshabitada.