Varios de estos enormes reptiles han sido avistados en las últimas horas en la población de Ingham, 2.000 kilómetros al norte de Sídney en el estado de Queensland.
La ciudad ha sido una de las más perjudicadas las riadas y está aislada desde el día de Navidad.
El alcalde de Ingham, Andrew Lancini, espera que no se repita la tragedia de 1999, cuando en una tormenta similar un niño de cinco años desapareció y probablemente fue devorado por un cocodrilo.
Tras años de sequía, las intensas precipitaciones de diciembre han arrasado el sudeste de Australia, donde miles de personas han sido evacuadas y decenas han permanecido semanas incomunicados.
Los servicios de rescate recorren la zona en barcos para recoger a los ocupantes de automóviles que han quedado atrapados en el lodo y proteger con sacos de arena casas y negocios.
Son las peores inundaciones desde 1974, cuando una serie de aguaceros hizo desbordar los ríos y decenas de residentes murieron en la región de Queanbeyan.
Los expertos creen que estas tormentas son causadas por el fenómeno de La Niña, que enfría las corrientes marinas del Océano Pacífico y aumenta intensidad de las lluvias.
La ciudad ha sido una de las más perjudicadas las riadas y está aislada desde el día de Navidad.
El alcalde de Ingham, Andrew Lancini, espera que no se repita la tragedia de 1999, cuando en una tormenta similar un niño de cinco años desapareció y probablemente fue devorado por un cocodrilo.
Tras años de sequía, las intensas precipitaciones de diciembre han arrasado el sudeste de Australia, donde miles de personas han sido evacuadas y decenas han permanecido semanas incomunicados.
Los servicios de rescate recorren la zona en barcos para recoger a los ocupantes de automóviles que han quedado atrapados en el lodo y proteger con sacos de arena casas y negocios.
Son las peores inundaciones desde 1974, cuando una serie de aguaceros hizo desbordar los ríos y decenas de residentes murieron en la región de Queanbeyan.
Los expertos creen que estas tormentas son causadas por el fenómeno de La Niña, que enfría las corrientes marinas del Océano Pacífico y aumenta intensidad de las lluvias.