Polybius, el juego que borra la memoria y causa pesadillas
Polybius es, posiblemente, el hoax sobre un juego inexistente más extendida de la industria, industria por otro lado muy proclive a gestar siete rumores por día y unas cuantas leyendas urbanas al mes, debido sobre todo a la tan criticada inmadurez de público y crítica, a quienes los términos “arte”, “industria” y “entretenimiento” se les entremezclan con facilidad pasmosa. Pasando luego lo que pasa con los endebles limites entre realidad y fantasía.
No empecemos. La leyenda de Polybius, no obstante, es especial por su caracter irresoluble y las muestras de creatividad sin meta clara que ha generado. Las escasas máquinas de arcade de Polybius aparecieron en Oregon, Portland, en 1981. Era un juego parecido al mítico Tempest, un matamarcianos abstracto aún más extraño y fluorescente. Su autor era un tal Ed Rottberg, y la compañía desarrolladora, la alemana Sinneslöschen (traducción, más o menos, de “eliminación sensorial”, lo que convierte a esta inexistente empresa en la primera desarrolladora de tintes cronenbergnianos). Dos cuestiones distanciaban a Polybius del resto de los títulos de la época. Por un lado, hombres de negro acudían a las salas de juego y recogían datos aún hoy desconocidos acerca de los modos de juego y las tácticas de los jugadores. Por otro, las reacciones físicas al juego eran tremendas: vómitos, alucinaciones, pesadillas y algún que otro intento de suicidio. Muchos de estos primeros jugadores dejaron las salas de arcade para siempre, uno de ellos incluso se convirtió en un activista anti-arcade. La ausencia de más datos convirtieron a Polybius en un hoax comentado entre murmullos por los pasillos de las salas recreativas.
La leyenda se reactivó en 2006 cuando un tal Steven Roach apareció en foros de internet afirmando que había sido parte del equipo desarrollador de Polybius. Limpiando el hoax de su componente conspiracionista, pero multiplicando su potencia, afirmó que simplemente era un juego con el que se había experimentado en el campo de los gráficos vectoriales, y por accidente, a algunos jugadores les producía epilepsia (tal y como le pasó a algunos, y esto sí que está comprobado, con Tempest). Todos los detalles del supuesto desarrollo de Polybius están en una larga y mayormente anodina entrevista que Roach concedió a BitParade, donde se habla de las inconsistencias de sus primeras declaraciones y muchos otros datos (como la implicación del hacker Cyberyogi en el redescubrimiento del juego) que harán las delicias de los aficionados a los misterios sin resolver.
En cualquier caso, si quieren experimentar con todo detalle qué pudo haber sido Polybius, les recomiendo que se pasen por sinneslochen.com (tengan paciencia, que el link funciona cuando le da la gana), donde pueden descargar una detalladísima reconstrucción del juego que funciona como recopilación de todos los rumores acerca del aspecto que tenía: esencialmente, un arcade vectorial de naves à la Tempest con elementos de puzzle. Lean con atención el readme que adjunta, porque para disfrutar de los abundantes efectos estroboscópicos en búsqueda de una enriquecedora migraña hay que activarlos en el menú de opciones. Por lo demás, una excelente fórmula para entrar en contacto con uno de los juegos más extraños que jamás fueron.
Fuente:
http://www.mondo-pixel.com/2007/09/15/el-genuino-juego-que-nunca-existio-polybius/
Extra:
Entrevista que Roach concedió a BitParade:
http://bitparade.co.uk/modules/articles/article.php?id=21
Experimentar con todo detalle qué pudo haber sido Polybius:
Http://www.sinnesloschen.com/1.php
Polybius es, posiblemente, el hoax sobre un juego inexistente más extendida de la industria, industria por otro lado muy proclive a gestar siete rumores por día y unas cuantas leyendas urbanas al mes, debido sobre todo a la tan criticada inmadurez de público y crítica, a quienes los términos “arte”, “industria” y “entretenimiento” se les entremezclan con facilidad pasmosa. Pasando luego lo que pasa con los endebles limites entre realidad y fantasía.
No empecemos. La leyenda de Polybius, no obstante, es especial por su caracter irresoluble y las muestras de creatividad sin meta clara que ha generado. Las escasas máquinas de arcade de Polybius aparecieron en Oregon, Portland, en 1981. Era un juego parecido al mítico Tempest, un matamarcianos abstracto aún más extraño y fluorescente. Su autor era un tal Ed Rottberg, y la compañía desarrolladora, la alemana Sinneslöschen (traducción, más o menos, de “eliminación sensorial”, lo que convierte a esta inexistente empresa en la primera desarrolladora de tintes cronenbergnianos). Dos cuestiones distanciaban a Polybius del resto de los títulos de la época. Por un lado, hombres de negro acudían a las salas de juego y recogían datos aún hoy desconocidos acerca de los modos de juego y las tácticas de los jugadores. Por otro, las reacciones físicas al juego eran tremendas: vómitos, alucinaciones, pesadillas y algún que otro intento de suicidio. Muchos de estos primeros jugadores dejaron las salas de arcade para siempre, uno de ellos incluso se convirtió en un activista anti-arcade. La ausencia de más datos convirtieron a Polybius en un hoax comentado entre murmullos por los pasillos de las salas recreativas.
La leyenda se reactivó en 2006 cuando un tal Steven Roach apareció en foros de internet afirmando que había sido parte del equipo desarrollador de Polybius. Limpiando el hoax de su componente conspiracionista, pero multiplicando su potencia, afirmó que simplemente era un juego con el que se había experimentado en el campo de los gráficos vectoriales, y por accidente, a algunos jugadores les producía epilepsia (tal y como le pasó a algunos, y esto sí que está comprobado, con Tempest). Todos los detalles del supuesto desarrollo de Polybius están en una larga y mayormente anodina entrevista que Roach concedió a BitParade, donde se habla de las inconsistencias de sus primeras declaraciones y muchos otros datos (como la implicación del hacker Cyberyogi en el redescubrimiento del juego) que harán las delicias de los aficionados a los misterios sin resolver.
En cualquier caso, si quieren experimentar con todo detalle qué pudo haber sido Polybius, les recomiendo que se pasen por sinneslochen.com (tengan paciencia, que el link funciona cuando le da la gana), donde pueden descargar una detalladísima reconstrucción del juego que funciona como recopilación de todos los rumores acerca del aspecto que tenía: esencialmente, un arcade vectorial de naves à la Tempest con elementos de puzzle. Lean con atención el readme que adjunta, porque para disfrutar de los abundantes efectos estroboscópicos en búsqueda de una enriquecedora migraña hay que activarlos en el menú de opciones. Por lo demás, una excelente fórmula para entrar en contacto con uno de los juegos más extraños que jamás fueron.
Fuente:
http://www.mondo-pixel.com/2007/09/15/el-genuino-juego-que-nunca-existio-polybius/
Extra:
Entrevista que Roach concedió a BitParade:
http://bitparade.co.uk/modules/articles/article.php?id=21
Experimentar con todo detalle qué pudo haber sido Polybius:
Http://www.sinnesloschen.com/1.php