Peligroso artefacto explosivo resulta ser vibrador anal
Algunas bombas no son lo que parecen, pero pueden doler como si hubiesen estallado en los más profundo de tu ser.
4:30 A.M. en unas oficinas cerca del lago Tahoe (California, EE.UU.): un hombre de 60 años aparca su coche en zona prohibida. Unos agentes, que pasaban por allí, se acercan al coche para advertir al conductor de su infracción.
El conductor no sólo ha aparcado en zona prohibida sino que ha aprovechado el parón para “ponerse ciego” de algo que al policía le parecemetanfetamina . Cuando intenta detener al tipo del coche, advierte que, además de las drogas, porta un sospechoso aparato en el que se puede ver un interruptor.
Cuando uno de los agentes pregunta sobre el aparato, que el señor de 60 años tiene cerca de la parte trasera de su anatomía, el conductor sonríe y explica al agente que se trata de un artefacto explosivo casero y que está dispuesto a usarlo en ese preciso momento.
Las acciones comienzan a sucederse rápidamente, como en un capítulo de “24″ . Uno de agentes pide refuerzos mientras el otro dialoga con el conductor, totalmente enajenado.
A las 5:45 A.M. el edificio de oficinas donde está estacionado el vehículo ha sido evacuado. Los trabajadores están asustados y la autoridad expectante.
No sabemos qué ocurrió después, si algún aguerrido héroe se lanzó a detener al terrorista o si alguno de los agentes observó que la forma del cacharro explosivo le sonaba. El caso es que se descubrió que el artefacto explosivo no era más que un vibrador anal a pilas. Por lo visto el conductor buscaba intimidad para darse al vicio.
Después de tal descubrimiento el conductor fue detenido. Eso sí, las oficinas no fueron abiertas hasta las 9:20 A.M.. Suponemos que debido a algún registro de la policía, quizá buscando bolas chinas nucleares o algo así.
Algunas bombas no son lo que parecen, pero pueden doler como si hubiesen estallado en los más profundo de tu ser.
4:30 A.M. en unas oficinas cerca del lago Tahoe (California, EE.UU.): un hombre de 60 años aparca su coche en zona prohibida. Unos agentes, que pasaban por allí, se acercan al coche para advertir al conductor de su infracción.
El conductor no sólo ha aparcado en zona prohibida sino que ha aprovechado el parón para “ponerse ciego” de algo que al policía le parecemetanfetamina . Cuando intenta detener al tipo del coche, advierte que, además de las drogas, porta un sospechoso aparato en el que se puede ver un interruptor.
Cuando uno de los agentes pregunta sobre el aparato, que el señor de 60 años tiene cerca de la parte trasera de su anatomía, el conductor sonríe y explica al agente que se trata de un artefacto explosivo casero y que está dispuesto a usarlo en ese preciso momento.
Las acciones comienzan a sucederse rápidamente, como en un capítulo de “24″ . Uno de agentes pide refuerzos mientras el otro dialoga con el conductor, totalmente enajenado.
A las 5:45 A.M. el edificio de oficinas donde está estacionado el vehículo ha sido evacuado. Los trabajadores están asustados y la autoridad expectante.
No sabemos qué ocurrió después, si algún aguerrido héroe se lanzó a detener al terrorista o si alguno de los agentes observó que la forma del cacharro explosivo le sonaba. El caso es que se descubrió que el artefacto explosivo no era más que un vibrador anal a pilas. Por lo visto el conductor buscaba intimidad para darse al vicio.
Después de tal descubrimiento el conductor fue detenido. Eso sí, las oficinas no fueron abiertas hasta las 9:20 A.M.. Suponemos que debido a algún registro de la policía, quizá buscando bolas chinas nucleares o algo así.