Una camiseta antibala, de esas que sólo se ven en los comics o en las
películas, se volvió realidad, gracias a las investigaciones de un
grupo de científicos de la Universidad de Carolina del Sur (EE.UU), de
China y de Suiza. Los cerebros crearon prendas de algodón resistentes a
los impactos de los proyectiles, ideales para ciudades peligrosas.
Estas camisetas, a diferencia de los clásicos chalecos antibala,
son cómodas y se ajustan al cuerpo de las personas. La clave está en el
carburo de boro, el tercer elemento más duro de la naturaleza, que
refuerza las fibras de esta ropa súper resistente. El material es el
mismo que se utiliza para proteger los tanques.
Los científicos realizaron el experimento con camisetas blancas que
fueron cortadas en tiras y sumergidas en una solución de boro. Más
tarde, fueron retiradas de la solución y se calentaron en un horno. El
calor transformó las fibras de algodón en fibras de carbón, las que
reaccionaron con el boro y produjeron el carburo de boro.
Sobre sus usos posibles, los investigadores afirmaron que serán capaces
de “fabricar armaduras mucho más resistentes, livianas y flexibles
usando esta nueva técnica, además de automóviles y aviones más livianos
y eficientes”.