El Fortín perdía injustamente ante Colo Colo por un gol de Paredes (ST
12m), tras una desinteligencia entre Díaz y Domínguez. Además, jugaba
con uno menos por la roja a Zapata. Sin embargo, los de Gareca no
bajaron los brazos y lograron el 1-1 con un tanto de Silva (ST 47m) en
el final para seguir al frente del Grupo 7.
Vélez logró un 1-1 agónico ante Colo Colo en Chile con gusto a triunfo,
ya que no había sido inferior a su rival y estaba abajo en el marcador
luego de una desinteligencia defensiva. Con un hombre de menos por la
roja a Víctor Zapata y gracias a una gran demostración de actitud, el
equipo argentino halló la merecida igualdad en la última jugada del
duelo y dejó Santiago con la tranquilidad de seguir en la cima del Grupo
7 de la Libertadores.
El trabajo de Vélez en la primera
mitad fue casi perfecto. El técnico
Ricardo Gareca desempolvó el esquema que le dio tantos réditos en el
Clausura 2009 y juntó en el medio a Fabián Cubero, Leandro Somoza y
Víctor Zapata. La articulación de los tres le permitió al visitante
controlar el partido e imponer el ritmo deseado. En cambio, Colo Colo
apeló a un 3-4-1-2 para lastimar por las bandas pero fracasó porque
Gastón Díaz y Emiliano Papa estuvieron siempre atentos a los carrileros
que se movían por sus respectivas zonas.
El único recurso que le quedó disponible al equipo chileno fue
buscar con pelotazos a su dupla de delanteros, los picantes Ezequiel
Miralles y Esteban Paredes. Pero la defensa del Fortín supo desbaratar
los ataques con facilidad, aunque sólo tuvo un error que le puso haber
costado muy caro. A los 10, Miralles pasó entre los dos
centrales y definió con un zurdazo
muy alto.
Lo que le faltó a Vélez para reflejar su superioridad en el marcador fue
movilidad en ataque. Si bien recuperaba rápido la pelota y muchas veces
en campo contrario, el equipo de Gareca no pudo desequilibrar en los
metros finales. Maximiliano Moralez apareció poco y no pudo aprovechar
su velocidad por la izquierda, mientras que Hernán Rodrigo López se
retrasó para tratar de ser enlace pero dejó en claro que no tiene carnet
de conductor. En la única situación clara, el árbitro paraguayo Carlos
Amarilla le anuló erróneamente una conquista a Santiago Silva por
considerar que había tocado el balón con la mano (le dio en el pecho).
Las emociones que le faltaron al periodo inicial llovieron en el
comienzo del complemento. Los dos
equipos asumieron un vertiginoso
golpe por golpe y empezaron a crearse los espacios para atacar. Primero,
el arquero Sebastián Prieto le tapó
un mano a mano a López en el área chica. Luego, una chilena de Paredes
salió apenas afuera del palo de Montoya. Y más tarde, Somoza sacó un
disparo desde lejos que terminó por arriba del travesaño. El ingreso del
colombiano Macnelly Torres le dio otro tenor al ataque local.
En pleno ida y vuelta, la defensa de Vélez cometió su segundo error
grosero y esta vez su rival no lo perdonó. A los 12, Díaz le dio un pase
hacia atrás comprometedor a Domínguez, que se esforzó sin éxito para
darle la pelota al arquero. El hábil Paredes interceptó la cesión corta
del central, eludió a Montoya y definió sin dudar. Los problemas para el
conjunto argentino se potenciaron a los 14, cuando Zapata volvió a
reclamarle al árbitro, recibió su segunda amarilla por un posible exceso
verbal y fue expulsado.
El injusto resultado no golpeó el ánimo del Fortín, que no se
resignó y encontró en Juan Manuel Martínez a todo ese desequilibrio que
le faltaba. El Burrito, reemplazante de López, dibujó gambetas por la
franja derecha y generó dos chances claras de gol que le ahogó Prieto.
Sin embargo, el premio para el corazón velezano llegó en el segundo
minuto de descuento, cuando Silva sacó un zurdazo cruzado que decretó el
esperado empate. Pese a que no tuvo una noche inspirada, Vélez no
merecía irse de Santiago sin nada. Y la justicia del
fútbol lo recompensó en la última
jugada.
12m), tras una desinteligencia entre Díaz y Domínguez. Además, jugaba
con uno menos por la roja a Zapata. Sin embargo, los de Gareca no
bajaron los brazos y lograron el 1-1 con un tanto de Silva (ST 47m) en
el final para seguir al frente del Grupo 7.
Vélez logró un 1-1 agónico ante Colo Colo en Chile con gusto a triunfo,
ya que no había sido inferior a su rival y estaba abajo en el marcador
luego de una desinteligencia defensiva. Con un hombre de menos por la
roja a Víctor Zapata y gracias a una gran demostración de actitud, el
equipo argentino halló la merecida igualdad en la última jugada del
duelo y dejó Santiago con la tranquilidad de seguir en la cima del Grupo
7 de la Libertadores.
El trabajo de Vélez en la primera
mitad fue casi perfecto. El técnico
Ricardo Gareca desempolvó el esquema que le dio tantos réditos en el
Clausura 2009 y juntó en el medio a Fabián Cubero, Leandro Somoza y
Víctor Zapata. La articulación de los tres le permitió al visitante
controlar el partido e imponer el ritmo deseado. En cambio, Colo Colo
apeló a un 3-4-1-2 para lastimar por las bandas pero fracasó porque
Gastón Díaz y Emiliano Papa estuvieron siempre atentos a los carrileros
que se movían por sus respectivas zonas.
El único recurso que le quedó disponible al equipo chileno fue
buscar con pelotazos a su dupla de delanteros, los picantes Ezequiel
Miralles y Esteban Paredes. Pero la defensa del Fortín supo desbaratar
los ataques con facilidad, aunque sólo tuvo un error que le puso haber
costado muy caro. A los 10, Miralles pasó entre los dos
centrales y definió con un zurdazo
muy alto.
Lo que le faltó a Vélez para reflejar su superioridad en el marcador fue
movilidad en ataque. Si bien recuperaba rápido la pelota y muchas veces
en campo contrario, el equipo de Gareca no pudo desequilibrar en los
metros finales. Maximiliano Moralez apareció poco y no pudo aprovechar
su velocidad por la izquierda, mientras que Hernán Rodrigo López se
retrasó para tratar de ser enlace pero dejó en claro que no tiene carnet
de conductor. En la única situación clara, el árbitro paraguayo Carlos
Amarilla le anuló erróneamente una conquista a Santiago Silva por
considerar que había tocado el balón con la mano (le dio en el pecho).
Las emociones que le faltaron al periodo inicial llovieron en el
comienzo del complemento. Los dos
equipos asumieron un vertiginoso
golpe por golpe y empezaron a crearse los espacios para atacar. Primero,
el arquero Sebastián Prieto le tapó
un mano a mano a López en el área chica. Luego, una chilena de Paredes
salió apenas afuera del palo de Montoya. Y más tarde, Somoza sacó un
disparo desde lejos que terminó por arriba del travesaño. El ingreso del
colombiano Macnelly Torres le dio otro tenor al ataque local.
En pleno ida y vuelta, la defensa de Vélez cometió su segundo error
grosero y esta vez su rival no lo perdonó. A los 12, Díaz le dio un pase
hacia atrás comprometedor a Domínguez, que se esforzó sin éxito para
darle la pelota al arquero. El hábil Paredes interceptó la cesión corta
del central, eludió a Montoya y definió sin dudar. Los problemas para el
conjunto argentino se potenciaron a los 14, cuando Zapata volvió a
reclamarle al árbitro, recibió su segunda amarilla por un posible exceso
verbal y fue expulsado.
El injusto resultado no golpeó el ánimo del Fortín, que no se
resignó y encontró en Juan Manuel Martínez a todo ese desequilibrio que
le faltaba. El Burrito, reemplazante de López, dibujó gambetas por la
franja derecha y generó dos chances claras de gol que le ahogó Prieto.
Sin embargo, el premio para el corazón velezano llegó en el segundo
minuto de descuento, cuando Silva sacó un zurdazo cruzado que decretó el
esperado empate. Pese a que no tuvo una noche inspirada, Vélez no
merecía irse de Santiago sin nada. Y la justicia del
fútbol lo recompensó en la última
jugada.