Quería matar a su mujer, pero como no estaba al final asesinó a su suegra
Un argentino identificado como Sebastián Mercante, viajó desde la ciudad española de Tenerife, donde residía, hasta Gran Bretaña para asesinar a su mujer por haberse separado de él. Pero al no encontrarla, se ensañó con su suegra y la torturó hasta matarla.
Mercante acusó a la madre de su esposa de haber sido la instigadora de la separación de la pareja, que se había conocido en 2005 en Tenerife.
Según el diario La Opinión de Tenerife, el hecho ocurrió el viernes pasado, cuando el sujeto voló hacia la ciudad de Huddersfield, en Yorkshire, para buscar a la que fue su pareja durante cinco años. Al no encontrarla, asesinó a su suegra e hirió a puñaladas a su cuñado cuando éste trató de defender a su madre.
Tras el crimen, Mercante viajó hasta la ciudad inglesa de Manchester, donde subió a uno de los edificios más altos de la ciudad, pintó un graffiti con su propia sangre que decía “ Jódete Claire”, y se arrojó al vacío, muriendo en el acto.
El homicida trabajó en el sur de Tenerife en discotecas. Frecuentaba los gimnasios de la zona y era un enfervorizado defensor del nazismo. Sus allegados dicen que tenía tatuada una cruz esvástica en su cuerpo.
Para perpetrar el crimen, Mercante fue comprando desde finales de enero un arsenal de material homicida compuesto por cuchillos de enormes dimensiones a través de la tienda virtual de subastas EBay. fuente
Un argentino identificado como Sebastián Mercante, viajó desde la ciudad española de Tenerife, donde residía, hasta Gran Bretaña para asesinar a su mujer por haberse separado de él. Pero al no encontrarla, se ensañó con su suegra y la torturó hasta matarla.
Mercante acusó a la madre de su esposa de haber sido la instigadora de la separación de la pareja, que se había conocido en 2005 en Tenerife.
Según el diario La Opinión de Tenerife, el hecho ocurrió el viernes pasado, cuando el sujeto voló hacia la ciudad de Huddersfield, en Yorkshire, para buscar a la que fue su pareja durante cinco años. Al no encontrarla, asesinó a su suegra e hirió a puñaladas a su cuñado cuando éste trató de defender a su madre.
Tras el crimen, Mercante viajó hasta la ciudad inglesa de Manchester, donde subió a uno de los edificios más altos de la ciudad, pintó un graffiti con su propia sangre que decía “ Jódete Claire”, y se arrojó al vacío, muriendo en el acto.
El homicida trabajó en el sur de Tenerife en discotecas. Frecuentaba los gimnasios de la zona y era un enfervorizado defensor del nazismo. Sus allegados dicen que tenía tatuada una cruz esvástica en su cuerpo.
Para perpetrar el crimen, Mercante fue comprando desde finales de enero un arsenal de material homicida compuesto por cuchillos de enormes dimensiones a través de la tienda virtual de subastas EBay. fuente