El Fortín, que reservó a los titulares para la Copa, derrotó por 1-0 al
Granate en Liniers, con un tanto de tiro libre de Rolando Zárate (PT
7m). En un duelo equilibrado, el equipo de Gareca aprovechó la gran
noche del Roly, volvió a ganar tras tres partidos y quedó a dos puntos
de la cima.
De la mano de un entonado Rolando Zárate, la versión alternativa de
Vélez superó por 1-0 al golpeado Lanús en Liniers y se reinsertó en la
pelea por el Clausura. El único tanto del reñido encuentro, que abrió
la novena fecha, lo hizo el experimentado artillero de tiro libre. Con
la victoria, los de Ricardo Gareca, que jugaron con suplentes porque el
martes visitará a Colo Colo por la Libertadores, cortaron una racha de
tres partidos sin ganar y quedaron a dos puntos del líder Independiente.
La versión alternativa de Vélez y el
mejor equipo
de Lanús construyeron un primer tiempo parejo y ambos, cada uno
mediante diferentes recetas, generaron múltiples situaciones de gol. En
el inicio, el Fortín se adueñó de la posesión de la pelota gracias a un
juego prolijo y obligó a su rival a jugar de contragolpe. A los 7, el
local abrió la cuenta gracias a un tremendo tiro libre de Zárate desde
33 metros. Es cierto que el arquero Agustín Marchesín colaboró al adelantarse demasiado y no mostrar reacción, pero el remate del Roly sorprendió a todos en el Amalfitani.
Luego de la apertura del marcador, el que mejor hizo las cosas fue
Lanús, que apostó por la sociedad entre Sebastián Blanco y Santiago
Salcedo para penetrar la defensa velezana. El Granate se abalanzó
contra el área rival pero no pudo vulnerar a un seguro Marcelo
Barovero, que contuvo una vaselina de Salcedo y un cabezazo de Blanco,
y también careció de contundencia. A los 23, Salcedo edificó una pared
con Blanco pero culminó la jugada con un disparo cruzado muy alto. A su
vez, el paraguayo volvió a derrochar una chance inmejorable a los 34,
cuando no cabeceó con precisión.
Poco después, fue el hábil Blanco el que desniveló por izquierda y
sacó un disparo que parecía tener destino de gol. En definitiva, fueron
jugadas que reflejaron el buen
trabajo del
visitante, que se impuso en el medio con la dupla Fritzler-Pelletieri.
Por su parte, Vélez no podía encontrar a su conductor Leandro Velázquez
y su técnico bramaba porque Juan Manuel Martínez insistía con cerrarse
en lugar de desequilibrar por la banda izquierda.
Recién sobre el final, el conjunto de Liniers volvió a dar señales
positivas. El Roly Zárate clarificó los ataques con su experiencia y
fue el encargado de contagiar a sus compañeros. Y antes del descanso,
el veterano goleador casi marca el segundo con un potente remate desde
afuera del área que Marchesín desvió con una gran atajada.
La actitud ofensiva de ambos protagonistas entusiasmó a todo el estadio
en el prólogo del complemento. Barovero se vistió de figura en dos
ocasiones y evitó el ansiado empate del Granate. Primero, anticipó a
Salcedo en un mano a mano en el área. Y luego, usó sus dedos para
desviar una potente volea del central Hoyos. Por su parte, Vélez,
guiado por el Roly, también dijo presente con sendos remates de
Velázquez y Cabrera.
Paulatinamente, el Granate asumió las riendas y el equipo de Gareca
empezó a acomodarse en un rol contragolpeador. Zubeldía sumó un punta
más con el ingreso de Castillejos por Arce, mientras que Gareca buscó
orden con Bella por Velázquez. Pese a tener más la pelota, el problema
del visitante fue su falta de oportunismo. Una falencia que volvió a
quedar al desnudo a los 29, cuando Blanco desperdició otra chance
frente al arco de Barovero.
Los minutos se fueron consumando y la ilusión de ver más goles se fue
apagando de a poco. Lanús hizo méritos para reclamar el empate, pero
pecó por no tener eficacia. En tanto, Vélez supo aprovechar una noche
inspirada del Roly, que casi rompe el travesaño con un remate desde
lejos, pero debió sufrir hasta el final por no haber aprovechado las
chances para liquidarlo.
El último pitazo de Gabriel Favale le bajó el telón al
escenario y dejó en claro las realidades de cada uno. El Fortín ratificó que peleará en ambos frentes gracias
a su gran plantel, mientras que el Granate dio muestras de una leve
evolución que quizás no le baste para enderezar el rumbo a nivel local
y en la Copa.
Granate en Liniers, con un tanto de tiro libre de Rolando Zárate (PT
7m). En un duelo equilibrado, el equipo de Gareca aprovechó la gran
noche del Roly, volvió a ganar tras tres partidos y quedó a dos puntos
de la cima.
De la mano de un entonado Rolando Zárate, la versión alternativa de
Vélez superó por 1-0 al golpeado Lanús en Liniers y se reinsertó en la
pelea por el Clausura. El único tanto del reñido encuentro, que abrió
la novena fecha, lo hizo el experimentado artillero de tiro libre. Con
la victoria, los de Ricardo Gareca, que jugaron con suplentes porque el
martes visitará a Colo Colo por la Libertadores, cortaron una racha de
tres partidos sin ganar y quedaron a dos puntos del líder Independiente.
La versión alternativa de Vélez y el
mejor equipo
de Lanús construyeron un primer tiempo parejo y ambos, cada uno
mediante diferentes recetas, generaron múltiples situaciones de gol. En
el inicio, el Fortín se adueñó de la posesión de la pelota gracias a un
juego prolijo y obligó a su rival a jugar de contragolpe. A los 7, el
local abrió la cuenta gracias a un tremendo tiro libre de Zárate desde
33 metros. Es cierto que el arquero Agustín Marchesín colaboró al adelantarse demasiado y no mostrar reacción, pero el remate del Roly sorprendió a todos en el Amalfitani.
Luego de la apertura del marcador, el que mejor hizo las cosas fue
Lanús, que apostó por la sociedad entre Sebastián Blanco y Santiago
Salcedo para penetrar la defensa velezana. El Granate se abalanzó
contra el área rival pero no pudo vulnerar a un seguro Marcelo
Barovero, que contuvo una vaselina de Salcedo y un cabezazo de Blanco,
y también careció de contundencia. A los 23, Salcedo edificó una pared
con Blanco pero culminó la jugada con un disparo cruzado muy alto. A su
vez, el paraguayo volvió a derrochar una chance inmejorable a los 34,
cuando no cabeceó con precisión.
Poco después, fue el hábil Blanco el que desniveló por izquierda y
sacó un disparo que parecía tener destino de gol. En definitiva, fueron
jugadas que reflejaron el buen
trabajo del
visitante, que se impuso en el medio con la dupla Fritzler-Pelletieri.
Por su parte, Vélez no podía encontrar a su conductor Leandro Velázquez
y su técnico bramaba porque Juan Manuel Martínez insistía con cerrarse
en lugar de desequilibrar por la banda izquierda.
Recién sobre el final, el conjunto de Liniers volvió a dar señales
positivas. El Roly Zárate clarificó los ataques con su experiencia y
fue el encargado de contagiar a sus compañeros. Y antes del descanso,
el veterano goleador casi marca el segundo con un potente remate desde
afuera del área que Marchesín desvió con una gran atajada.
La actitud ofensiva de ambos protagonistas entusiasmó a todo el estadio
en el prólogo del complemento. Barovero se vistió de figura en dos
ocasiones y evitó el ansiado empate del Granate. Primero, anticipó a
Salcedo en un mano a mano en el área. Y luego, usó sus dedos para
desviar una potente volea del central Hoyos. Por su parte, Vélez,
guiado por el Roly, también dijo presente con sendos remates de
Velázquez y Cabrera.
Paulatinamente, el Granate asumió las riendas y el equipo de Gareca
empezó a acomodarse en un rol contragolpeador. Zubeldía sumó un punta
más con el ingreso de Castillejos por Arce, mientras que Gareca buscó
orden con Bella por Velázquez. Pese a tener más la pelota, el problema
del visitante fue su falta de oportunismo. Una falencia que volvió a
quedar al desnudo a los 29, cuando Blanco desperdició otra chance
frente al arco de Barovero.
Los minutos se fueron consumando y la ilusión de ver más goles se fue
apagando de a poco. Lanús hizo méritos para reclamar el empate, pero
pecó por no tener eficacia. En tanto, Vélez supo aprovechar una noche
inspirada del Roly, que casi rompe el travesaño con un remate desde
lejos, pero debió sufrir hasta el final por no haber aprovechado las
chances para liquidarlo.
El último pitazo de Gabriel Favale le bajó el telón al
escenario y dejó en claro las realidades de cada uno. El Fortín ratificó que peleará en ambos frentes gracias
a su gran plantel, mientras que el Granate dio muestras de una leve
evolución que quizás no le baste para enderezar el rumbo a nivel local
y en la Copa.