El árbol que se pasó de grande
El árbol anacardo (especie Anacardium occidentale) es nativo del
nordeste de Brasil y Guayanas, y se lo conoce también como cajueiro.
Cuando su altura normal es de unos 7 metros y un diámetro que no
sobrepasa unos pocos metros, el anacardo de Pirangi do Norte, en el
Estado de Río Grande do Norte, dejó de lado todas las reglas y
convenciones de su especie para crecer hasta sobrepasar los 500 metros
de circunferencia en 95 años de existencia.
La causa de su desproporcionado crecimiento es una anomalía genética
por la cual sus ramas crecen hasta alcanzar un largo y un peso que no
se sostiene, y al caer doblegadas a tierra, vuelven a desarrollar
raíces que estimulan aún más su crecimiento. El aspecto, es el de
muchos árboles cuando en realidad es uno sólo, un caso muy similar a
Pando, el árbol anciano de 6.000 toneladas.
Según algunos interesados en que el Anacardo de Pirangi siga creciendo,
es necesario comenzar a derribar algunas casas para hacerle un poco de
lugar. Será un modo de aumentar su producción de cajus, un fruto que en
las buenas temporadas se calcula que supera las 3 toneladas.
El árbol anacardo (especie Anacardium occidentale) es nativo del
nordeste de Brasil y Guayanas, y se lo conoce también como cajueiro.
Cuando su altura normal es de unos 7 metros y un diámetro que no
sobrepasa unos pocos metros, el anacardo de Pirangi do Norte, en el
Estado de Río Grande do Norte, dejó de lado todas las reglas y
convenciones de su especie para crecer hasta sobrepasar los 500 metros
de circunferencia en 95 años de existencia.
La causa de su desproporcionado crecimiento es una anomalía genética
por la cual sus ramas crecen hasta alcanzar un largo y un peso que no
se sostiene, y al caer doblegadas a tierra, vuelven a desarrollar
raíces que estimulan aún más su crecimiento. El aspecto, es el de
muchos árboles cuando en realidad es uno sólo, un caso muy similar a
Pando, el árbol anciano de 6.000 toneladas.
Según algunos interesados en que el Anacardo de Pirangi siga creciendo,
es necesario comenzar a derribar algunas casas para hacerle un poco de
lugar. Será un modo de aumentar su producción de cajus, un fruto que en
las buenas temporadas se calcula que supera las 3 toneladas.