Un cortado para el pinchado
Un
señor de 52 años entró a un restaurante de Warren, Michigan, Estados
Unidos y pidió un café. Le explicó al mozo que estaba esperando la
ambulancia. Según explicó después la policía, el hombre llamó al 911
explicando que había sido apuñalado y caminó un kilómetro y medio para
esperar en el restaurante. Al parecer, se negó a entregarle dinero a un
asaltante.
George Mirdita, empleado del local, contó que "los
clientes se espantaron, daban vuelta la cabeza de la impresión. Entró
con algo clavado en el tórax, se sentó, pidió un café y le dio
conversación al tipo que estaba junto a él".
Mirdita agregó que
el hombre estuvo calmado todo el tiempo y jamás se quejó de ningún
dolor. La policía asimismo aseguró que el señor iba a estar bien y que
aún no habían hallado al atacante.fuente
Un
señor de 52 años entró a un restaurante de Warren, Michigan, Estados
Unidos y pidió un café. Le explicó al mozo que estaba esperando la
ambulancia. Según explicó después la policía, el hombre llamó al 911
explicando que había sido apuñalado y caminó un kilómetro y medio para
esperar en el restaurante. Al parecer, se negó a entregarle dinero a un
asaltante.
George Mirdita, empleado del local, contó que "los
clientes se espantaron, daban vuelta la cabeza de la impresión. Entró
con algo clavado en el tórax, se sentó, pidió un café y le dio
conversación al tipo que estaba junto a él".
Mirdita agregó que
el hombre estuvo calmado todo el tiempo y jamás se quejó de ningún
dolor. La policía asimismo aseguró que el señor iba a estar bien y que
aún no habían hallado al atacante.fuente