Bilardo-Maradona: el final es impredecible
Los protagonistas excluyentes de la pelea de fondo, Diego Maradona y Carlos Bilardo, aumentan sus broncas día a día. Pero esta vez no se unen contra un enemigo en común. Vuelven a enfrentarse entre ellos. Y la Selección que, se supone, está por encima de todo, termina un año para el olvido y encara 2010 llena de incertidumbre y con una sola certeza: así, como está hoy, no puede vivir más.
"Desde que volvimos del viaje a Barcelona, ni salí de casa. No quiero ni hablar. Está loco ese viejo (Bilardo), los jugadores ya no lo respetan, dice barbaridades. Y salió con los tapones de punta porque sabe que Diego no puede hablar públicamente hasta después del 15 de enero, cuando se termine la sanción que le aplicó la FIFA. Yo vivo a dos cuadras de Diego, pero lo vi tan furioso en el vuelo de vuelta que prefiero ni ir a tocarle el timbre". El hombre, dirigente de AFA, ya no es uno de los principales adláteres de Julio Grondona. Por eso toma parte en el asunto. Y Grondona, el principal sostén de Bilardo, mantiene silencio como Maradona, aunque sobre el presidente de AFA no pese ninguna sanción que le corte la lengua.
Los últimos cruces entre Bilardo y Alejandro Mancuso, mano derecha de Maradona, no hicieron más que echarle nafta al fuego de una convivencia imposible de sostener. Y más allá de que el ayudante de campo haya intentado bajarle los decibeles a las disputas en las últimas horas, está claro que en el seleccionado el aire es irrespirable. El cuerpo técnico lo quiere a Bilardo para las cuestiones propias de un Director de Selecciones Nacionales. Por eso pusieron el grito en el cielo cuando Mancuso y Héctor Enrique, el día previo al 4-2 sufrido ante la selección de Cataluña, tuvieron que conformarse con entrenar al equipo en el mini estadio del Barcelona en lugar de hacerlo en el Camp Nou. Bilardo ya pidió el hotel para el tercer partido en el Mundial, en Polokwane, ante Grecia. Pero, más allá de los trámites que haga o deje de hacer el ex técnico del equipo nacional, cada día que pasa emergen con mayor fuerza los cortocircuitos con Maradona.
Como Mancuso reconoció públicamente sus diferencias con Bilardo, éste contraatacó, dijo que no se callaba más y anunció que en su programa de mañana a las 23 en radio La Red le iba a dedicar todo el espacio a Mancuso. "¿Quiere más rating éste?", fue una de las frases que se escuchó cerca del Maradona. La otra fue la siguiente: "Ya no lo aguanta más". En medio de las disputas, Juan Sebastián Verón, de buena relación con Maradona y con Bilardo (a esta altura es un hallazgo que en el seno del equipo nacional haya alguien que tenga buen diálogo con ambos), sigue siendo el equilibrista que ofrece el plantel para que la Selección no estalle en mil pedazos.
"Yo no me voy ni loco. Trabajé mucho para volver a la Selección", sostiene en la intimidad Bilardo. "Diego tampoco se va a ir. Se la va a pelear a muerte. Y hasta es capaz de salir a enfrentarse con Grondona si hace falta una gran pelea final", dicen cerca del técnico. Maradona entra al 2010 con la boca cerrada. Eso sí, como cuando prepara una lista de jugadores convocados, hoy por hoy afila la lengua y prepara otra lista, la de los argumentos para contraatacar lo que ya dijo y lo que pueda seguir diciendo Bilardo. Y así, entre ataques y contraataques, vive como puede el equipo de las broncas.fuente
Los protagonistas excluyentes de la pelea de fondo, Diego Maradona y Carlos Bilardo, aumentan sus broncas día a día. Pero esta vez no se unen contra un enemigo en común. Vuelven a enfrentarse entre ellos. Y la Selección que, se supone, está por encima de todo, termina un año para el olvido y encara 2010 llena de incertidumbre y con una sola certeza: así, como está hoy, no puede vivir más.
"Desde que volvimos del viaje a Barcelona, ni salí de casa. No quiero ni hablar. Está loco ese viejo (Bilardo), los jugadores ya no lo respetan, dice barbaridades. Y salió con los tapones de punta porque sabe que Diego no puede hablar públicamente hasta después del 15 de enero, cuando se termine la sanción que le aplicó la FIFA. Yo vivo a dos cuadras de Diego, pero lo vi tan furioso en el vuelo de vuelta que prefiero ni ir a tocarle el timbre". El hombre, dirigente de AFA, ya no es uno de los principales adláteres de Julio Grondona. Por eso toma parte en el asunto. Y Grondona, el principal sostén de Bilardo, mantiene silencio como Maradona, aunque sobre el presidente de AFA no pese ninguna sanción que le corte la lengua.
Los últimos cruces entre Bilardo y Alejandro Mancuso, mano derecha de Maradona, no hicieron más que echarle nafta al fuego de una convivencia imposible de sostener. Y más allá de que el ayudante de campo haya intentado bajarle los decibeles a las disputas en las últimas horas, está claro que en el seleccionado el aire es irrespirable. El cuerpo técnico lo quiere a Bilardo para las cuestiones propias de un Director de Selecciones Nacionales. Por eso pusieron el grito en el cielo cuando Mancuso y Héctor Enrique, el día previo al 4-2 sufrido ante la selección de Cataluña, tuvieron que conformarse con entrenar al equipo en el mini estadio del Barcelona en lugar de hacerlo en el Camp Nou. Bilardo ya pidió el hotel para el tercer partido en el Mundial, en Polokwane, ante Grecia. Pero, más allá de los trámites que haga o deje de hacer el ex técnico del equipo nacional, cada día que pasa emergen con mayor fuerza los cortocircuitos con Maradona.
Como Mancuso reconoció públicamente sus diferencias con Bilardo, éste contraatacó, dijo que no se callaba más y anunció que en su programa de mañana a las 23 en radio La Red le iba a dedicar todo el espacio a Mancuso. "¿Quiere más rating éste?", fue una de las frases que se escuchó cerca del Maradona. La otra fue la siguiente: "Ya no lo aguanta más". En medio de las disputas, Juan Sebastián Verón, de buena relación con Maradona y con Bilardo (a esta altura es un hallazgo que en el seno del equipo nacional haya alguien que tenga buen diálogo con ambos), sigue siendo el equilibrista que ofrece el plantel para que la Selección no estalle en mil pedazos.
"Yo no me voy ni loco. Trabajé mucho para volver a la Selección", sostiene en la intimidad Bilardo. "Diego tampoco se va a ir. Se la va a pelear a muerte. Y hasta es capaz de salir a enfrentarse con Grondona si hace falta una gran pelea final", dicen cerca del técnico. Maradona entra al 2010 con la boca cerrada. Eso sí, como cuando prepara una lista de jugadores convocados, hoy por hoy afila la lengua y prepara otra lista, la de los argumentos para contraatacar lo que ya dijo y lo que pueda seguir diciendo Bilardo. Y así, entre ataques y contraataques, vive como puede el equipo de las broncas.fuente