Divorciarse a golpe de clic
Si las nuevas tecnologías permitieron que personas se
enamorasen y se casasen casi sin conocerse, las mismas herramientas
podrán usarse muy pronto para separarse y divorciarse, sin necesidad de
estrés ni desgastes emocionales y financieros. Esa posibilidad puede
volverse real si el Congreso brasileño aprueba una ley que permita el
divorcio por internet.
Propuesta por la senadora Patricia Saboya, la ley
servirá para separaciones y divorcios consensuales en que las parejas
no tengan hijos menores de edad o incapaces ni divisiones
patrimoniales. La pareja envía sus documentos por internet y espera la
sentencia del juez sin necesidad de audiencia ni de abogados. La ley
cuenta con la simpatía del Ministerio de Justicia y del Gobierno
federal, que vienen incentivando la realización de papeles por medios
electrónicos.
En entrevista con ABC, la senadora dice que es una forma
de usar las nuevas tecnologías en beneficio de la sociedad. «A veces
una pareja ya está separada y vive en ciudades diferentes, pero no
puede divorciarse porque tiene que viajar para presentarse a una
audiencia. Eso provoca gastos, tener que pedir días de licencia en el
trabajo y otras dificultades que podrían evitarse con la tecnología».
Ruptura a la brasileña
La ley sería una solución para los brasileños Luis
Santana y Solange Álvarez, que se encuentran separados hace cinco años
y aún no han conseguido el divorcio porque él vive en Estados Unidos y
ella en Brasil. La pareja, que se casó con separación total de bienes y
no tiene hijos, se separó amigablemente, pero tiene que aprovechar las
vacaciones en que Luis visita el país para hacer los trámites en
partes. «Acabo perdiendo días de mis vacaciones para resolver
trámites», cuenta Luis.
Fue así como consiguieron la separación judicial, el
primer paso antes del divorcio definitivo. Después de una serie de
papeleos, ambos se presentaron ante el juez tras esperar más de tres
horas sentados. Como estaban los dos de acuerdo salieron de la sala del
juez en el tiempo que les llevó firmar los papeles: menos de cinco
minutos. Si la ley se aprueba este año, como ellos esperan, no será
necesario aguardar a las próximas vacaciones de Luis para concluir el
trámite. Para el abogado Jair Costa, que se encarga de la separación de
la pareja, la ley permitiría reducir las filas en los juzgados de paz y
supondría una facilidad para casos como los de Luis y Solange. «No era
necesario que ellos pasasen por todo ese desgaste físico y financiero
si ambos estaban de acuerdo en separarse», reconoce. Entre trámites y
viajes la pareja ha gastado unos tres mil euros.
El antecedente luso
El proyecto, basado en uno similar aprobado en Portugal,
busca resolver problemas como estos, explica Saboya, tornando el
proceso mucho menos burocrático, eliminando gastos y acompañando los
cambios en la sociedad y la evolución de las tecnologías. La propuesta
contempla el hecho de que si el casamiento civil ya es un contrato,
pueda deshacerse en caso de mutuo acuerdo.
Abogados contrarios al proyecto alegan que tanta
facilidad puede incentivar el número de divorcios y volverlos banales.
Saboya dice que el proyecto no busca ser una apología del divorcio y no
cree que el número de separaciones aumente por la ley. Al contrario,
cree que la reducción de la burocracia puede incentivar a parejas que
ya viven juntas de hecho, a formalizar sus uniones. Según datos del
IBGE, entidad responsable por censos en Brasil, en 2007 el país
registró 152.000 divorcios en primera instancia y casi 92.000
separaciones judiciales.
visto en
Si las nuevas tecnologías permitieron que personas se
enamorasen y se casasen casi sin conocerse, las mismas herramientas
podrán usarse muy pronto para separarse y divorciarse, sin necesidad de
estrés ni desgastes emocionales y financieros. Esa posibilidad puede
volverse real si el Congreso brasileño aprueba una ley que permita el
divorcio por internet.
Propuesta por la senadora Patricia Saboya, la ley
servirá para separaciones y divorcios consensuales en que las parejas
no tengan hijos menores de edad o incapaces ni divisiones
patrimoniales. La pareja envía sus documentos por internet y espera la
sentencia del juez sin necesidad de audiencia ni de abogados. La ley
cuenta con la simpatía del Ministerio de Justicia y del Gobierno
federal, que vienen incentivando la realización de papeles por medios
electrónicos.
En entrevista con ABC, la senadora dice que es una forma
de usar las nuevas tecnologías en beneficio de la sociedad. «A veces
una pareja ya está separada y vive en ciudades diferentes, pero no
puede divorciarse porque tiene que viajar para presentarse a una
audiencia. Eso provoca gastos, tener que pedir días de licencia en el
trabajo y otras dificultades que podrían evitarse con la tecnología».
Ruptura a la brasileña
La ley sería una solución para los brasileños Luis
Santana y Solange Álvarez, que se encuentran separados hace cinco años
y aún no han conseguido el divorcio porque él vive en Estados Unidos y
ella en Brasil. La pareja, que se casó con separación total de bienes y
no tiene hijos, se separó amigablemente, pero tiene que aprovechar las
vacaciones en que Luis visita el país para hacer los trámites en
partes. «Acabo perdiendo días de mis vacaciones para resolver
trámites», cuenta Luis.
Fue así como consiguieron la separación judicial, el
primer paso antes del divorcio definitivo. Después de una serie de
papeleos, ambos se presentaron ante el juez tras esperar más de tres
horas sentados. Como estaban los dos de acuerdo salieron de la sala del
juez en el tiempo que les llevó firmar los papeles: menos de cinco
minutos. Si la ley se aprueba este año, como ellos esperan, no será
necesario aguardar a las próximas vacaciones de Luis para concluir el
trámite. Para el abogado Jair Costa, que se encarga de la separación de
la pareja, la ley permitiría reducir las filas en los juzgados de paz y
supondría una facilidad para casos como los de Luis y Solange. «No era
necesario que ellos pasasen por todo ese desgaste físico y financiero
si ambos estaban de acuerdo en separarse», reconoce. Entre trámites y
viajes la pareja ha gastado unos tres mil euros.
El antecedente luso
El proyecto, basado en uno similar aprobado en Portugal,
busca resolver problemas como estos, explica Saboya, tornando el
proceso mucho menos burocrático, eliminando gastos y acompañando los
cambios en la sociedad y la evolución de las tecnologías. La propuesta
contempla el hecho de que si el casamiento civil ya es un contrato,
pueda deshacerse en caso de mutuo acuerdo.
Abogados contrarios al proyecto alegan que tanta
facilidad puede incentivar el número de divorcios y volverlos banales.
Saboya dice que el proyecto no busca ser una apología del divorcio y no
cree que el número de separaciones aumente por la ley. Al contrario,
cree que la reducción de la burocracia puede incentivar a parejas que
ya viven juntas de hecho, a formalizar sus uniones. Según datos del
IBGE, entidad responsable por censos en Brasil, en 2007 el país
registró 152.000 divorcios en primera instancia y casi 92.000
separaciones judiciales.
visto en