Tres años de prisión al periodista que lanzó sus zapatos a Bush
Fue condenado ayer por un tribunal iraquí, acusado de "agresión contra un jefe de Estado extranjero durante una visita oficial". Sus abogados dijeron que la sentencia es "severa" y que apelarán. El reportero iraquí se había declarado inocente.
A mediados de diciembre, la imagen dio la vuelta al globo. Captado por una cámara de TV, el periodista iraquí Muntazer al Zaidi se quitó los zapatos a una velocidad endiablada ante la mirada atónita de sus colegas y se los lanzó por la cabeza al entonces presidente norteamericano George W. Bush, durante una rueda de prensa en Bagdad. Ayer, un juez condenó a Al Zaidi a tres años de prisión, en una audiencia que había comenzado a la mañana, con el periodista declarándose inocente, y que terminó entre gritos y la condena de familiares y organizaciones de prensa repudiando el fallo, al que calificaron de "desproporcionado".
Desde Estados Unidos, el ex presidente Bush opinó que la sentencia es "un asunto que concierne al sistema judicial iraquí".
Al Zaidi fue acusado de "agresión contra un jefe de Estado extranjero durante una visita oficial". Y ya estaba detenido desde mediados de diciembre en una prisión de la "zona verde", el sector ultraprotegido de Bagdad.
"¡Larga vida a Irak!", gritó ayer el periodista, de 30 años de edad, cuando el juez iraquí Abdel Amir al Rubai, del Tribunal Criminal Central de Irak, le anunció el veredicto, según relató uno de los abogados de su equipo de defensa.
El jefe de ese equipo, el abogado Dhiya al Saadi, calificó la sentencia de "severa" y anunció que la apelarán.
La Federación Internacional de Periodistas (FIJ) y la organización Reporteros Sin Fronteras (SF) se mostraron mucho más duras.
La FIJ consideró la sentencia "desproporcionada" y "lamentable". Y si bien Reporteros Sin Fronteras lamentó que Zaidi "utilizase ese procedimiento (el zapatazo) para protestar por la política del presidente Bush" denunció "el cinismo" de una condena para la que no hay justificación, "en un país donde escapan a la justicia tantos asesinos de periodistas".
En cuanto a la audiencia, el veredicto fue leído en presencia del acusado y de sus 25 abogados, dado que antes de su lectura se hizo salir de la sala a familiares y periodistas.
El periodista se había declarado inocente cuando por la mañana se reanudó el juicio tras tres semanas de aplazamiento. "Sí. Mi reacción fue natural, como la de cualquier iraquí", respondió Al Zaidi al juez.
El periodista, que trabaja para Al Baghdadiya, un canal de televisión árabe con sede en El Cairo, habría podido ser condenado hasta un máximo de 15 años de reclusión.
El juicio contra Muntazer Al Zaidi, un perfecto desconocido hasta que el 14 de diciembre lanzó sus dos zapatos a Bush durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, comenzó el 19 de febrero pero fue aplazado debido a una controversia sobre la naturaleza de la visita del presidente estadounidense a Irak.
La defensa del periodista buscaba probar que el viaje de Bush fue "sorpresa" y no "una visita oficial", para refutar el cargo contra Al Zaidi.
Pero en la apertura de la sesión de ayer, el juez aseguró que Bush efectuó una "visita oficial", según la información transmitida por el gobierno iraquí.
Zaidi justificó su acto en el primer día del juicio, en febrero, en la indignación que le provocaron las palabras del presidente estadounidense, al que acusó de ser el "mayor responsable de los crímenes cometidos" en Irak.
"Hablaba de victorias y de éxitos en Irak, pero lo que veo en materia de éxito es un millón de mártires, sangre derramada, mezquitas allanadas, iraquíes violadas e iraquíes humillados", afirmó.
Aquellas palabras del norteamericano, llevaron al periodista a levantarse y arrojarle sus dos zapatos a Bush, que efectuaba su última visita a Irak. Le gritó: "Es el beso de despedida, perro".
Al conocer la condena, el interior del tribunal iraquí se lleno de protestas. "¿Esto es un tribunal estadounidense, especie de hijos de perros!", disparó enfurecido Udai, hermano del periodista. "No hay ni un sólo hombre honrado entre ustedes", gritó con el rostro bañado de lágrimas Dunia, una de sus hermanas, dirigiéndose a los magistrados de la corte que condenó al periodista.
Algunos familiares denunciaron que se trató de un veredicto político dictado desde la oficina del primer ministro. Sin embargo, uno de los abogados, Aqil Mehdi Al Zubaidi, trató de calmar los ánimos. "Respetamos al tribunal y no dudamos de su decisión. Aplicó la condena menor posible, dadas las acusaciones", afirmó.
Fue condenado ayer por un tribunal iraquí, acusado de "agresión contra un jefe de Estado extranjero durante una visita oficial". Sus abogados dijeron que la sentencia es "severa" y que apelarán. El reportero iraquí se había declarado inocente.
A mediados de diciembre, la imagen dio la vuelta al globo. Captado por una cámara de TV, el periodista iraquí Muntazer al Zaidi se quitó los zapatos a una velocidad endiablada ante la mirada atónita de sus colegas y se los lanzó por la cabeza al entonces presidente norteamericano George W. Bush, durante una rueda de prensa en Bagdad. Ayer, un juez condenó a Al Zaidi a tres años de prisión, en una audiencia que había comenzado a la mañana, con el periodista declarándose inocente, y que terminó entre gritos y la condena de familiares y organizaciones de prensa repudiando el fallo, al que calificaron de "desproporcionado".
Desde Estados Unidos, el ex presidente Bush opinó que la sentencia es "un asunto que concierne al sistema judicial iraquí".
Al Zaidi fue acusado de "agresión contra un jefe de Estado extranjero durante una visita oficial". Y ya estaba detenido desde mediados de diciembre en una prisión de la "zona verde", el sector ultraprotegido de Bagdad.
"¡Larga vida a Irak!", gritó ayer el periodista, de 30 años de edad, cuando el juez iraquí Abdel Amir al Rubai, del Tribunal Criminal Central de Irak, le anunció el veredicto, según relató uno de los abogados de su equipo de defensa.
El jefe de ese equipo, el abogado Dhiya al Saadi, calificó la sentencia de "severa" y anunció que la apelarán.
La Federación Internacional de Periodistas (FIJ) y la organización Reporteros Sin Fronteras (SF) se mostraron mucho más duras.
La FIJ consideró la sentencia "desproporcionada" y "lamentable". Y si bien Reporteros Sin Fronteras lamentó que Zaidi "utilizase ese procedimiento (el zapatazo) para protestar por la política del presidente Bush" denunció "el cinismo" de una condena para la que no hay justificación, "en un país donde escapan a la justicia tantos asesinos de periodistas".
En cuanto a la audiencia, el veredicto fue leído en presencia del acusado y de sus 25 abogados, dado que antes de su lectura se hizo salir de la sala a familiares y periodistas.
El periodista se había declarado inocente cuando por la mañana se reanudó el juicio tras tres semanas de aplazamiento. "Sí. Mi reacción fue natural, como la de cualquier iraquí", respondió Al Zaidi al juez.
El periodista, que trabaja para Al Baghdadiya, un canal de televisión árabe con sede en El Cairo, habría podido ser condenado hasta un máximo de 15 años de reclusión.
El juicio contra Muntazer Al Zaidi, un perfecto desconocido hasta que el 14 de diciembre lanzó sus dos zapatos a Bush durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, comenzó el 19 de febrero pero fue aplazado debido a una controversia sobre la naturaleza de la visita del presidente estadounidense a Irak.
La defensa del periodista buscaba probar que el viaje de Bush fue "sorpresa" y no "una visita oficial", para refutar el cargo contra Al Zaidi.
Pero en la apertura de la sesión de ayer, el juez aseguró que Bush efectuó una "visita oficial", según la información transmitida por el gobierno iraquí.
Zaidi justificó su acto en el primer día del juicio, en febrero, en la indignación que le provocaron las palabras del presidente estadounidense, al que acusó de ser el "mayor responsable de los crímenes cometidos" en Irak.
"Hablaba de victorias y de éxitos en Irak, pero lo que veo en materia de éxito es un millón de mártires, sangre derramada, mezquitas allanadas, iraquíes violadas e iraquíes humillados", afirmó.
Aquellas palabras del norteamericano, llevaron al periodista a levantarse y arrojarle sus dos zapatos a Bush, que efectuaba su última visita a Irak. Le gritó: "Es el beso de despedida, perro".
Al conocer la condena, el interior del tribunal iraquí se lleno de protestas. "¿Esto es un tribunal estadounidense, especie de hijos de perros!", disparó enfurecido Udai, hermano del periodista. "No hay ni un sólo hombre honrado entre ustedes", gritó con el rostro bañado de lágrimas Dunia, una de sus hermanas, dirigiéndose a los magistrados de la corte que condenó al periodista.
Algunos familiares denunciaron que se trató de un veredicto político dictado desde la oficina del primer ministro. Sin embargo, uno de los abogados, Aqil Mehdi Al Zubaidi, trató de calmar los ánimos. "Respetamos al tribunal y no dudamos de su decisión. Aplicó la condena menor posible, dadas las acusaciones", afirmó.