México envía 5.000 soldados más a la frontera con EEUU para la lucha antidroga
México decidió desplegar otros 5.000 soldados y 1.000 policías federales para la lucha contra el narcotráfico en el Estado de Chihuahua (norte), sobre todo en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, donde la guerra entre cárteles adquirió niveles de violencia inusitados.
Un soldado mexicano observa la incineración de varias toneladas de droga en Ciudad Juárez.
El ministro de Defensa, Guillermo Galván, "enviaría 5.000 efectivos más a Chihuahua además de la incursión de 1.000 policías federales (...) que llegarán en una o dos semanas máximo", dijo el viernes a la prensa el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza.
La mayoría de este refuerzo se concentrará en Ciudad Juárez, la localidad más violenta de México con más de 1.650 asesinatos en 2008 y donde ya operan 2.500 militares desde hace 11 meses.
En esa urbe de 1,3 millones de habitantes, fronteriza con El Paso (EEUU), se registra una guerra sin precedentes entre los cárteles de Juárez y Sinaloa por el control del tráfico de drogas hacia Estados Unidos, cuyo Gobierno ha expresado su seria preocupación ante esta situación.
Esta semana concluyó en el vecino del norte una operación de 21 meses contra el narcotráfico mexicano con 755 detenidos, la mayoría presuntos miembros del cártel de Sinaloa.
El gobierno de Felipe Calderón valora los resultados de la llamada 'Operación Xcellerator', en la que también participó Canadá, pero considera que se trata de un problema bilateral mucho más vasto y que la cooperación fronteriza debe intensificarse en otros aspectos clave, como el tráfico de armas.
"Hace falta trabajar muy intensamente en el tráfico de armas, que es un problema muy severo. En Estados Unidos hay más de 12.000 armerías (de 100.000 en total) ubicadas en la zona fronteriza. La delincuencia organizada tiene un alto poder adquisitivo para hacerse del armamento", dijo a AFP Ricardo Nájera, director de Comunicación Social de la Procuraduría federal.
Dos días después de anunciarse la conclusión del operativo, el Departamento de Estado norteamericano evaluó que la corrupción en México sigue siendo un "impedimento clave" para acabar con los carteles, aunque admitió que el país latinoamericano hizo progresos "sin precedentes" en el combate al narcotráfico.
Al respecto, Nájera resaltó la 'Operación Limpieza' del Gobierno mexicano contra una red de funcionarios involucrados con el narcotráfico, que derivó en la detención de dos altos mandos de la oficina de investigación de delincuencia organizada, y del director de Interpol en México, entre otros, además de la separación de 35 oficiales.
"El Procurador (General de la República, Eduardo Medina Mora) dijo que lo espectacular de la operación está prácticamente concluida, pero se trata de un programa permanente y no vamos a bajar la guardia", aseguró Nájera.
Sin embargo, el propio presidente Calderón admitió que la corrupción policial, en particular en las localidades donde pisa más fuerte el narcotráfico, es uno de los mayores problemas para acabar con los cárteles, a los que se atribuyen más de 5.300 asesinatos en todo México en 2008.
En algunas poblaciones la relación directa de policías con el narcotráfico mantiene en vilo a los habitantes a través de extorsiones, asesinatos cotidianos sin esclarecer y libertad de movimientos para llevar adelante el negocio de las drogas.
Unos 36.000 soldados y miles de policías que patrullan las calles de las localidades más violentas de México se ven muchas veces desbordados por los ataques de los cárteles, pese a que el Gobierno federal les ha propinado algunos golpes.
Según Nájera, desde que asumió el gobierno de Calderón, en diciembre de 2006, "se han decomisado 33.350 armas, de las cuales 18.306 son largas, y 77,4 toneladas de cocaína, que equivalen a 234 millones de dosis". fuente
México decidió desplegar otros 5.000 soldados y 1.000 policías federales para la lucha contra el narcotráfico en el Estado de Chihuahua (norte), sobre todo en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, donde la guerra entre cárteles adquirió niveles de violencia inusitados.
Un soldado mexicano observa la incineración de varias toneladas de droga en Ciudad Juárez.
El ministro de Defensa, Guillermo Galván, "enviaría 5.000 efectivos más a Chihuahua además de la incursión de 1.000 policías federales (...) que llegarán en una o dos semanas máximo", dijo el viernes a la prensa el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza.
La mayoría de este refuerzo se concentrará en Ciudad Juárez, la localidad más violenta de México con más de 1.650 asesinatos en 2008 y donde ya operan 2.500 militares desde hace 11 meses.
En esa urbe de 1,3 millones de habitantes, fronteriza con El Paso (EEUU), se registra una guerra sin precedentes entre los cárteles de Juárez y Sinaloa por el control del tráfico de drogas hacia Estados Unidos, cuyo Gobierno ha expresado su seria preocupación ante esta situación.
Esta semana concluyó en el vecino del norte una operación de 21 meses contra el narcotráfico mexicano con 755 detenidos, la mayoría presuntos miembros del cártel de Sinaloa.
El gobierno de Felipe Calderón valora los resultados de la llamada 'Operación Xcellerator', en la que también participó Canadá, pero considera que se trata de un problema bilateral mucho más vasto y que la cooperación fronteriza debe intensificarse en otros aspectos clave, como el tráfico de armas.
"Hace falta trabajar muy intensamente en el tráfico de armas, que es un problema muy severo. En Estados Unidos hay más de 12.000 armerías (de 100.000 en total) ubicadas en la zona fronteriza. La delincuencia organizada tiene un alto poder adquisitivo para hacerse del armamento", dijo a AFP Ricardo Nájera, director de Comunicación Social de la Procuraduría federal.
Dos días después de anunciarse la conclusión del operativo, el Departamento de Estado norteamericano evaluó que la corrupción en México sigue siendo un "impedimento clave" para acabar con los carteles, aunque admitió que el país latinoamericano hizo progresos "sin precedentes" en el combate al narcotráfico.
Al respecto, Nájera resaltó la 'Operación Limpieza' del Gobierno mexicano contra una red de funcionarios involucrados con el narcotráfico, que derivó en la detención de dos altos mandos de la oficina de investigación de delincuencia organizada, y del director de Interpol en México, entre otros, además de la separación de 35 oficiales.
"El Procurador (General de la República, Eduardo Medina Mora) dijo que lo espectacular de la operación está prácticamente concluida, pero se trata de un programa permanente y no vamos a bajar la guardia", aseguró Nájera.
Sin embargo, el propio presidente Calderón admitió que la corrupción policial, en particular en las localidades donde pisa más fuerte el narcotráfico, es uno de los mayores problemas para acabar con los cárteles, a los que se atribuyen más de 5.300 asesinatos en todo México en 2008.
En algunas poblaciones la relación directa de policías con el narcotráfico mantiene en vilo a los habitantes a través de extorsiones, asesinatos cotidianos sin esclarecer y libertad de movimientos para llevar adelante el negocio de las drogas.
Unos 36.000 soldados y miles de policías que patrullan las calles de las localidades más violentas de México se ven muchas veces desbordados por los ataques de los cárteles, pese a que el Gobierno federal les ha propinado algunos golpes.
Según Nájera, desde que asumió el gobierno de Calderón, en diciembre de 2006, "se han decomisado 33.350 armas, de las cuales 18.306 son largas, y 77,4 toneladas de cocaína, que equivalen a 234 millones de dosis". fuente