No muchos la conocen por su nombre, pero ella es la bella morocha que seduce al mismísimo Facundo Arana en una publicidad de cremas. Su cuerpo, agregamos, es uno de los preferidos por muchas marcas top para sus campañas. Pero lo más importante y que pocos saben es que ella, de nombre y apellido Romina Galvagni (22), es la ex novia de Hernán Caire. Sí, la ex. Hasta hace dos meses eran pareja, se amaban y, según cuentan, él le había propuesto casamiento. Pero, se sabe, nada es para siempre. Y este romance, dirá ella, llegó a su fin. ¿Qué pasó? La morocha se cansó de las infidelidades y engaños. “Me propuso matrimonio, pero no acepté porque me cansé de sus engaños. Caire es un mujeriego incurable, no tiene remedio y no puede rechazar las tentaciones de que muchas chicas se le regalen”, arranca.
–¿Te engañaba al mismo tiempo que decía amarte?
–Sí… Yo creo que hay que ser muy valiente para vivir un gran amor, y Hernán no tiene los huevos para ser fiel. Yo creo que él estaba enamorado de mí, pero no puede con su alma.
–¿Le dijiste que no cuando te propuso casamiento?
–Sí, porque no quería una vida llena de sobresaltos e inseguridades al lado de un infiel profesional. Aunque me duela muchísimo, ese mismo día decidí terminar con él. No me lo banqué más. Y ahora sólo quiero dedicarme a mi trabajo.
–Sus ex famosas fueron casi todas rubias…
–Sí, es verdad. Me dijo que salió con Nazarena Vélez, Alejandra Pradón, Sabrina Rojas, todas lindísimas, pero él siempre echa todo a perder…
–¿No le vas a dar ninguna oportunidad más?
–No, para mí se murió. Lo único que quiero es que no engañe a otras chicas como lo hizo conmigo.
Otro tema… Desde hace un par de años, Romina quiere dar el gran paso y trabajar en teatro.“No entiendo por qué los productores eligen siempre vedettes rubias. Las morochas somos más calientes y provocamos más erotismo. Ellas son más insulsas. Sacando a Ximena Capristo, las demás son todas rubias y bajitas”, arranca.
–¿No te gusta ese estilo de mujer?
–No, son feas las vedettes. Las modelos tenemos las mismas curvas, las mismas lolas y colas que las vedettes, pero les llevamos un metro de altura. La gente se cansó de las mini–chicas extrapulposas, y quiere otro tipo de mujer, más femenina…
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