Ya habíamos visto antes que la castración en los gatos son, en muchos casos, una forma de mejorar la salud de la mascota. Sin embargo, los cuidados no terminan con la operación, sino más bien habría que decir que más bien comienzan.
Hay ambientes y elementos que hay que proporcionar al gato tras la operación para que el mismo se sienta mejor en cuanto a la zona operada pero también en cuanto a su ánimo. Y qué mejor que sus propios dueños le proporcionen ese bienestar.
Primeramente, hay que brindarle un buen espacio para su descanso, alejado de ruidos que lo alteren, bajo la protección del frío o del calor excesivos. La anestesia, en un primer momento, lo seguirá afectando, por lo que no es conveniente ubicarlo en lugares altos, para que no corra el riesgo de caerse.
Es importante también no darle de comer durante las siguientes 24 horas posteriores a la operación. Tampoco darle de beber pasadas 12 horas. Si lo hace, puede provocarle vómitos.
No será un aporte menor en su recuperación que le proporciones mimos
para que lo estimulen y le vuelva la vitalidad. Gran parte de los
cuidados tienen que ver con los efectos sicológicos que puedas causar
en el gato, es decir, hacerlo sentir cómodo y seguro.