Museo de Historia Natural de Berna - Suiza
Barry nació en el año 1.800 y durante los 12 años
<blockquote> que vivió en el Hospicio se hizo acreedor de una fama que le llevaría
a formar parte del Museo de Historia Natural de Berna, donde se encuentra su cuerpo embalsamado
expuesto en la entrada, una fama que se ganó durante los años que se dedicó
junto con los monjes del Hospicio a salvar viajeros perdidos en la nieve, llegando a lograr
encontrar mas de 40 de ellos con vida.
De el se dijeron muchas cosas, una de ellas que murió a manos
de uno de los viajantes perdidos, que al verlo llegar lo confundió
con un oso e intentó matarlo pero esto es totalmente falso ya que esta comprobado que
Barry murió en 1.814 dos años después de que lo trasladaran a Berna
para disfrutar tranquilamente de un merecido retiro.
El nombre de Barry deriva del dialecto Bernés bari, que
es un diminutivo de bär (oso) y vendría a significar algo así como "osito"
en 1.805 cuando la mujer y el hijo de corta edad de un trabajador italiano
muerto de tisis en Lausanna, deciden volver a casa de unos parientes en Italia,
se dirigen a Martigny pero en el camino, agotada llegó
al pueblo de Bourg-Saint-Pierre e intentó buscar un trabajo para ganar algo de dinero
con el que poder mantener a su hijo y a ella misma, pero era un pueblo pobre y nadie
quería cargar con dos bocas mas asi que partió
hacia el Paso del Gran Sanbernardo.
Mientras tanto en el Hospicio se preparaba como todos los dias, el padre Luis
para salir con Barry y algún perro mas. Al cabo de un rato Barry se paró inquieto,
el padre Luis oyó un crujido familiar, que aumentó hasta ser un ruido ensordecedor,
a pocos metros de ellos un enorme alud de nieve se vino abajo, el padre Luis y los perros
trataron de guarecerse pero Barry en cambio se dirigió veloz en dirección al alud.
Pasado un tiempo el padre Luis decidió volver al Hospicio ante el temor a nuevos aludes,
ya en el Hospicio nadie acertaba a decir porque Barry se había ido de esa manera.
Unas horas mas tarde, unos monjes que se dirigian hacia Cantine de Proz
se enteraron de que una mujer con un niño se habia adentrado en el Paso en la zona precisa de alud
y las conjeturas sobre Barry eran cada vez menos optimistas pues llevaba
mas de 10 horas perdido y la tormenta era cada vez peor. Unas horas mas tarde, el padre prior
que no podía dormir por la desaparición de su fiel amigo, oyó un gemido, un lamento
que procedía de la entrada, bajó y oh! sorpresa Barry estaba allí cubierto de nieve
y algo cansado, así que se acercó a el, Barry permanecía quieto
y cuando el prior se disponía a introducirlo dentro, se dió cuenta
de que en su dorso llevaba algo sujeto, cuando lo abrió se quedó anonadado,
era un niño desmayado, rápidamente lo llevó dentro, pidió ayuda
y procedieron a reanimarlo, lo que consiguieron momentos después.
No tardaron mucho los monjes en darse cuenta de lo sucedido,
Barry olfateó a la mujer y a su hijo momentos antes del alud y no dudó en dirigirse
hacia ellos. Cuando llegó ya debian estar semienterrados y la mujer sin fuerzas para seguirle,
decidió al menos salvar al bebe y se lo confió a Barry
amarrándoselo a sus sujeciones para que pudiera transportarlo hasta lugar seguro.
Esa misma noche una patrulla de rescate salió
en busca de la mamá, guiados de nuevo por el inconmensurable Barry, encontrándola
donde Barry la había dejado pero desgraciadamente ya era demasiado tarde para ella.
Otro rescate famoso de Barry se produjo a primeros de marzo 1.809,
con un tiempo pésimo y una temperatura helada, cuatro obreros italianos se dirigían
a Lausane con la intención de buscar trabajo y en previsión de que les quitaran
los mejores trabajos decidieron partir de inmediato a pesar del tiempo reinante.
Como de costumbre los dias de peor climatología
los monjes patrullaban con mas frecuencia e intensidad puesto que era mas fácil
perderse y sin ayuda tendría consecuencias fatales. Era el padre Luis quien junto
a dos monjes mas patrullaba ese dia junto a Barry y otros perros, cansado y ya enfermo decidió
volver al Hospicio pero cuando lo estaba haciendo vió como Barry se paraba y olfateaba,
señal inequívoca de que algo pasaba. Lo dejó hacer y éste se dirigió
hacia la montaña, el padre Luis dijo a los hermanos que le siguieran y él falto de fuerzas decidió
quedarse a esperar. Unas horas mas tarde encontraban a los cuatro italianos extenuados, helados de frio
y juntos unos con otros para darse algo de calor, después de haberse perdido
por la espesa niebla y haber estado dando vueltas sin parar.
Una vez que los monjes les encontraron,
les ofrecieron licor y comida de la que transportaban los perros mientras uno de ellos volvía al
monasterio para pedir ayuda y momentos después partió un grupo de monjes provistos
de camillas y equipo de rescate para proceder a la evacuación inmediata.
Una vez finalizado el rescate Barry se dirigió hacia
donde se encontraba el padre Luis el cual intentando volver al Hospicio se había
caido por un barranco fracturándose una pierna, inmediatamente Barry se acercó
a su conductor para reanimarlo. El padre Luis intentó coger algo para entrar en calor
pero todo el licor y los víveres se habían gastado con los italianos
por lo que el padre Luis le dijo a Barry que fuera a buscar ayuda al Hospicio, sabedor de que
no iba a poder resistir mucho más. Barry llegó al monasterio y de inmediato un grupo
de rescate lo siguió hasta donde estaba el padre Luis, pero ya no se podía hacer nada
por él. Barry permaneció sobre el cuerpo de su amigo y conductor todo la noche sin moverse
y profiriendo unos aullidos de tristeza que resultaban aún mas heladores que la propia noche.
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