El gato persa desciende del gato turco de angora; y geográficamente su
origen se sitúa en la zona de la antigua Persia (actualmente Irán) y
Ankara en Turquía. De ahí su nombre.
Los gatos persas actuales surgieron en Inglaterra en el Siglo XIX,
producto del cruce entre el gato persa de raza pura (procedente de
Persia), que fue introducido en Europa a través de Italia, y el angora
turco blanco. De esta forma se obtuvo un pelo más sedoso y se
multiplicaron los colores del manto. El persa ha ido evolucionando a
más rechoncho y menos esbelto y con los ojos más grandes, más parecido
al originario de Irán.
Tal y como la conocemos hoy en día es una raza creada artificialmente,
fruto de una cuidada selección a partir del siglo XIX. Fue en este
siglo cuando se empiezan a exportar ejemplares a Inglaterra y Francia,
donde alcanzaron gran popularidad y desde donde se extendieron a
Estados Unidos.
Características Físicas
El Gato persa tiene un
cuerpo compacto, redondeado y musculoso y con una estructura ósea
robusta. Las patas son cortas y gruesas. La longitud de un gato persa
suele oscilar entre unos 40 a 50 cm, más 25-30 cm de cola y unos 30 cm
de altura.
Tiene un pelaje espeso, abundante, largo y sedoso, con una cola bien poblada de pelo y ligeramente redondeada en el extremo.
Su cabeza es grande, ancha y redonda, mejillas salientes, nariz corta,
orejas pequeñas y redondeadas, muy distanciadas entre sí y con mechones
de pelo largo y con unos ojos grandes, redondos y muy abiertos.
La variedad de colores en la raza persa es enorme. Los monocolores
deben tener el color igualado, intenso y sin tonos claros, como negro,
blanco, lila, rojo, crema..., también pueden tener combinaciones de
colores, como es el caso de los bicolores o arlequín.
Carácter del Gato Persa
El gato persa es un gato dulce, de temperamento muy tranquilo y
pacífico. De hecho hay quien le llama el "tigre de sofá" debido a su
carácter tranquilo. Tiene una gran necesidad de afecto y requiere de
frecuentes muestras de cariño por parte de sus amos.
Es muy dormilón. Y le encanta que le echen piropos sobre su belleza.
Gran observador y poco expresivo. Carece totalmente de ese instinto cazador, lo cual es sorprendente en un gato.
Actualmente están reconocidas más de 100 variedades de gatos persas.
Siendo la raza felina que más posibilidades tiene en cuanto a
coloración del manto nos referimos.
Para clasificar tan gran variedad de colores podemos hacerlo en cuatro
grupos. Estos grupos están determinados por la manera en que se
reparten los colores en el manto y según que genes intervienen.
Primer grupo:
En este primer grupo encontramos a todos los gatos que tienen los pelos
monocromos. Es decir que de la punta a la raíz el pelo es del mismo
color. Estos colores pueden ser sólidos o diluidos. El gato puede tener
más de un color mientras los pelos sigan siendo monocromos.
Segundo grupo:
La característica común de todos los gatos que encontramos en este
grupo es que poseen el gen Inhibidor (gen I). Este gen I proporciona a
los gatos que tengan parte del pelo despigmentado.
Tercer Grupo:
Como en el grupo anterior la característica de este grupo es la
posesión de un gen, en este caso en gen himalayo (gen C). Este gen C
proporciona a los gatos una densidad de color más fuerte en las
extremidades, nariz, orejas y cola. Este gen procede de los gatos
siameses.
Cuarto grupo:Este grupo está compuesto por los
gatos que tienen el gen agutí (gen A), el gen A hace visibles las
marcas salvajes del gato. Este gen puede combinarse también con gatos
pertenecientes a los tres grupos anteriores.