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    Mitos y Leyendas Argentinas

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    Mitos y Leyendas Argentinas Th_arg10
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    Mensaje por MISSARG Miér Ago 06, 2008 9:58 am

    Amovindo

    Nos cuenta Félix Coluccio que este personaje
    de las costas del río Salado, en Santiago del Estero, debió vivir
    alrededor de 1785.

    Este shalaco tenía campos y gran fortuna,
    con tesoros guardados en tinajones y ataúdes, los cuales, enterrados,
    ocultaban oro, plata y demás bienes de valor incalculables. Se cuenta que
    lo visitaba un ser que vivía en la selva con varias formas, a veces como
    hombre, otras como toro con crines brillosas y astas doradas, y que se
    paseaba por todo el pago que formaban parte de Bandera Vieja, balando de una
    forma muy particular.

    Cuando muere Amovindo, el millonario
    estanciero, el toro llegó y reuniendo en un santiamén los animales del
    lugar, se alejó llevándoselos hacia el monte.

    Anta




    Este magnífico animal (tapirus terestris),
    llamado Tapir o Gran Bestia, habita en laMitos y Leyendas Argentinas Anta zona del litoral argentino y de
    los grandes ríos. Según relata J.B.Ambrosetti, este animal se alimenta
    solamente de ramas y frutas porque cuando el Creador le dio vida a los
    animales, les preguntó que les gustaría comer. El Anta, por tener sus
    orejas muy pequeñas, no oyó; y fue presuroso a preguntarle a Kadjurukré
    que debía comer, entonces este le dijo, de mala gana: "vayan a comer
    hojas y ramas de los árboles".

    Nos dice
    Félix Coluccio
    , que en la zona de
    Misiones, la gente afirma que las correas hechas con el cuero de este
    animal, transmiten su extraordinaria fuerza al que lo posee, además se usa
    su pezuña triturada o pulverizada para los males del corazón y para
    detener las hemorragias del parto.

    El árbol de sal

    Los mocovíes, indígenas del
    norte argentino, conocen un helecho llamado Iobec Mapic, al que
    muchos confunden con un árbol, por que tiene un gran porte y
    puede llegar a los 2 metros de altura.


    Dice la leyenda que cuando Cotaá
    (Dios) creó el mundo hizo esta planta para que alimentara al
    hombre; la planta se expandió rápidamente y fue de gran
    utilidad para la humanidad que la consumía agradecidamente.


    Neepec (el diablo), sintió
    envidia de ver lo útil que era esta planta y se propuso destruirlas a todas, de la forma en que fuese necesario y
    posible.


    Se elevó por los aires y fue a
    las salinas más cercanas, llenó un gran cántaro con agua
    salada y los arrojó sobre las matas con la intención de
    quemarlas con el salitre.


    Fue entonces que las raíces
    absorbieron el agua; la sal se mezcló con la savia y las hojas
    tomaron el mismo gusto.


    Cotaá triunfó una vez más
    porque la planta no perdió su utilidad, ya que con ella sazonan
    las carnes de los animales salvajes y otros alimentos...

    Atajacaminos

    Esta extraña ave (selopagis parvula
    parvula
    ), de hábitos nocturnos y de canto muy monótono, hacia la hora
    del crepúsculo se sitúa en los caminos para salirle de repente a los
    transeúntes.

    Cuenta Félix Coluccio que en algunas
    regiones traducen el canto del atajacaminos como "chorizo gordo" o
    "clarito había sido", en alusión a la añapa de algarrobo que
    gusta y que no es suficientemente espeso como a él le gusta.

    Nos dice también que sobre los huevos de
    este animal existe la creencia de que al que los saca de su nido les produce
    un adormecimiento casi cataléptico.

    En otros lados se cuenta que el atajacaminos
    era un gaucho bandido, que asaltaba caminos y que fue condenado a vivir
    así, a la vera del camino y perpetuo sobresalto.

    Las azucenas del bosque

    Tupá, el dios sol, creó los animales y los
    bosques, y luego de mucho tiempo comenzó a pensar en crear a los hombres,
    con la inteligencia suficiente para gobernar hasta a los animales más
    feroces. Luego convocó a Iyara (el cielo) y le pidió que le trajera
    arcilla de la tierra. Con esa greda, el dios hizo dos figuras humanas y les
    dió vida.

    Así nacieron dos hermanos, uno con la piel
    más roja llamado Pitá y otro con la piel blanca llamado Morotí.

    Tupá e Iyara le dieron una compañera a cada
    uno y se procrearon con amor viviendo en la selva y comiendo sus frutos.

    Pero una vez, Pitá frotó dos piedras y
    descubrió el fuego, a su vez, Morotí, defendiéndose de un pecarí, debió
    matarlo y... sin saber porque... arrojaron la carne del animal al fuego...
    tan agradable era el olor que emanaba de la carne asada que lo probaron
    y les pareció exquisito.

    Desde aquel momento empezaron a cazar y
    abandonaron la recolección de frutos... y, desde aquel momento, se quebró
    la paz entre las familias de los hermanos.... ya que usaron las armas,
    creadas para cazar, para enfrentarse entre ellos, debido a que la caza era
    cada vez más escasa... En vez de combatir a su verdadero enemigo, el
    hambre, decidieron herirse a sí mismos.

    Tupá, enojado, decidió castigar a los
    hermanos, por necios, y provocó una aterrante tormenta que duró 3 días y
    3 noches, al cabo de las cuales, salió y el sol, por uno de cuyos rayos
    bajó Iyara.

    -Tupá está enojado con ustedes... ¡son
    hermanos!, ¡hijos de hermanos! y me enviaron para unirlos nuevamente...-

    -¡Pita!, ¡Morotí! ¡Dense un abrazo!,
    ordenó Iyara.

    Los hermanos se abrazaron y, allí, en
    presencia de todos... fueron perdiendo sus formas humanas y se fueron
    fundiendo hasta convertirse en un solo cuerpo, que se hizo un tronco y de
    ese tronco salieron ramas y de las ramas hojas y flores.

    Y las flores fueron rojas al principio (como
    la piel de Pitá), lilas al marchitarse hasta ser blancas al caer (como la
    piel de Morotí).

    Así nació esta Azucena del Bosque, que
    Tupá dejó en la tierra para recordar a los hombres que deben vivir
    unidos...

    Las Brujas

    Del
    mismo modo que el séptimo hijo varón de una familia es un
    lobisón, la séptima hija mujer es una bruja.

    Por lo general andan en sus escobas buscando niños para comer.
    Otros dicen que la que vuela es su cabeza, que se desprende cuando las
    brujas se acuestan. La forma de descubrirlas, es atrapando su cabeza y
    marcándola o bien dando vuelta el cuerpo sin cabeza para que se le
    pegue al revés
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    Mitos y Leyendas Argentinas Th_arg10
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    Mitos y Leyendas Argentinas Empty Re: Mitos y Leyendas Argentinas

    Mensaje por MISSARG Miér Ago 06, 2008 10:02 am

    Domingo siete

    Eranse una vez dos compadres, uno
    rico llamado Cosme y otro pobre llamado Beto; el pobre era tan
    pobre que a veces tenía que recurrir a la ayuda de su compadre;
    pero éste era bastante avaro y siempre le ponía miles de
    "peros" para no aflojarle ni un centavo.




    Un día el pobre salió en busca
    de trabajo pues las necesidades eran muchas y los dinerillos
    pocos... pero esta vez salió con un rumbo distinto al de
    siempre.


    - "Puede que me cambie la
    suerte" - pensó y se puso en marcha.


    Anduvo hasta casi la oración
    (crepúsculo) y ya perdía las esperanzas cuando a lo lejos
    divisó un rancho....


    Al llegar comprobó que estaba
    abandonado y decidió volverse antes de que anocheciera. De
    pronto sintió que venía gente. El susto lo hizo dar un salto y
    se escondió en un tirante del techo.


    Eran unos paisanos que el nunca vio. Entraron en la casa, prendieron un fueguito y entre vino y
    vino comenzaron a cantar:



    - Lunes y martes,
    y miércoles tres,
    jueves y viernes,
    y sábado seis...


    La reunión se iba animando cada
    vez más y se largaron a bailar, siempre con los mismos versos.


    El pobre Beto se divertía de lo
    lindo pero con el pasar de las horas y siempre la misma canción
    se comenzó a aburrir entonces cuando los cantores llegaron a
    "sábado seis", el gritó:



    - A las cuatro
    semanas
    se ajusta el mes....!


    Los hombres pararon de cantar;
    miraron al lugar desde donde salió la voz y dijeron: - Baje,
    amigo, ¿que hace allí?...


    - Los oí llegar y me asusté.

    - No se preocupe compadre, le
    estamos muy agradecido porque nos ayudó a alargar un poco
    nuestra canción - y en recompensa le dieron una gran cantidad de
    dinero en oro.


    Al llegar a su casa pasao de
    contento, Beto le dijo a su mujer que fuera a los de Cosme a
    pedirle prestado una balanza para medir las onzas regaladas.


    Cosme, intrigado por el pedido,
    untó un plato de la balanza con grasa con la intención de que
    un poco de lo que fuera pesado quedara en el plato. Al regresar
    el aparato, notó que en la grasa había polvo de oro y fue
    inmediatamente a lo de Beto y le preguntó:


    - ¿De donde has sacado oro?

    Mientras Beto le contaba, Cosme
    planeaba hacer lo mismo para ampliar sus arcas; y así lo hizo...
    fue al mismo rancho, se trepó en la misma viga y llegaron los
    gauchos cantores que prendieron fuego y descorcharon los vinitos
    y entonaron:



    - Lunes y martes,
    y miércoles tres,
    jueves y viernes,
    y sábado seis,
    a las cuatro semanas
    se ajusta el mes...



    La repetición del
    canto empezó a impacientarlo y cuando llegaron a "sábado
    seis" pegó el grito:



    -¡Falta domingo
    siete!



    Los paisanos
    enardecidos bajaron a Cosme de la viga y en cuanto empezaron a
    propinarle una paliza, éste logro zafar y salió como alma que
    lleva el diablo.



    La historia se
    propagó como un secreto a gritos y así cuando alguien dice algo
    inoportuno se exclama: "¡ya salió con un Domingo
    Siete!".


    El duende


    Se dice que es un niño que murió sin ser
    bautizado o un niño malo que golpeó a su madre. Es muy pequeño,
    lleva un sombrero grande y llora como una criatura. Tiene una mano de hierro y otra
    de lana, cuando se acerca a alguien le pregunta si con cuál mano desea ser
    golpeado. Algunos dicen que, sin importar la elección, el duende
    golpeará siempre con la de hierro. Otros, en cambio, aseguran que los
    desprevenidos eligen la de lana y que es ésta la que en realidad
    más duele.

    Posee unos ojos muy malignos y dientes muy agudos. Suele aparecer a la
    hora de la siesta o en la noche en los cañadones o quebradas. Tiene
    predilección para con los niños de corta edad, aunque
    también golpea sin piedad a los mayores.

    En la zona de los Valles Calchaquíes existen dos historias muy
    curiosas con respecto al duende:


    Mitos y Leyendas Argentinas Duende01
    Una cuenta que un arqueólogo, internándose en el cerro a horas de la
    siesta escuchó el llanto de un niño. Al acercarse vio un
    párvulo en cuclillas y con la cabeza gacha. Cuando le preguntó
    si qué le sucedía, el niño alzó su maligno rostro
    y mostrando sus agudísimos dientes al tiempo que sonreía,
    le dijo:

    - Tatita, mírame los dientes...
    El "gringo" salió corriendo tan veloz como las piernas le daban y
    nunca regresó.

    La otra historia, narrada por Lucindo Mamaní, de Tafí del
    Valle, cuenta que se vió al duende conversando en un zanjón
    con un niño que estaba a su cuidado (actualmente un prominente
    médico). Al acercarse don Lucindo, el duende -llamado "enano del
    zanjón" por los lugareños- salió huyendo.

    La Luz Mala
    <blockquote>
    <blockquote>
    Nuestro interior provinciano es muy lindo en paisajes y bellezas naturales, pero más
    bondadosa ha sido la naturaleza con el hombre que habita en esas "soledades"; en esa eterna
    quietud y paz. Soledad que se convierte en compañía para el espíritu,
    que le infunde melancolía y le fortifica el alma. Pero no siempre hay tranquilidad en

    Mitos y Leyendas Argentinas Luz01

    esos parajes; las corridas, los velorios, las fiestas religiosas y las supersticiones
    mantienen inquieto al hombre de cerro y de campo y le tornan divertida su monótona vida.

    La riqueza cultural de nuestra gente es inimaginable; resultado de la fusión de las
    antiguas culturas aborígenes, del cristianismo, de las soledades y desventuras que en
    el marco geográfico se desarrollaron a través de años y años. Un
    tesoro que el hombre de la ciudad por su vida agitada y sofocante muchas veces no conoce, y
    que forma parte de nuestra tradición.

    Entre las supersticiones y leyendas de la gente del campo o de los cerros está la
    de la "luz mala" o "Farol de Mandinga", mito con trascendencia religiosa que se extiende por
    casi todo el Noroeste Argentino.

    En algunas épocas del año (generalmente las más secas) se suelen ver
    de entre las pedregosas y áridas quebradas de los cerros del oeste tucumano (Mala
    Mala, Nuñorco, Muñoz, Negrito, Quilmes, etc), a la oración - de tarde
    -, o cuando los últimos rayos del sol iluminan las cumbres de los cerros y el intenso
    frío de la noche va instalándose en los lugares sombreados, una luz especial,
    un fuego fatuo; producto de gases exhalados por cosas que se hallan enterradas conjugados con
    los factores climáticos; a ella - con terror y morbosidad - los lugareños
    denominan "luz mala" o el "farol del diablo".

    El día de San Bartolomé (24 de agosto) es el más propicio para verlos,
    ya que es cuando parece estar más brillante el haz de luz que se levanta del suelo y
    que, por creencia general, se debe a la influencia maligna, ya que popularmente estiman que
    es el único día en que Lucifer se ve libre de los detectives celestiales y puede
    hacer impunemente de las suyas (Ambrosetti, "Supersticiones y leyendas").

    La luz es temida también por que imaginan ver en ella el alma de algún difunto
    que no ha purgado sus penas y que, por ello, sigue de esa forma en la tierra.

    Generalmente nadie cava donde sale la luz por el miedo que ésta superstición
    les ha producido, los pocos que se han aventurado a ver que hay abajo de la luz siempre han
    encontrado objetos metálicos o alfarería indígena - muchas veces urnas
    funerarias con restos humanos, lo que aumentó el terror- que al ser destapada despide
    un gas a veces mortal para el hombre, por lo que los lugareños aconsejan tomar mucho
    aire antes de abrir o sino hacerlo con un pullo - manta gruesa de lana - o con un poncho, de
    suerte que el tufo no llegue a ser respirado.

    Nos cuenta don Hipólito Marcial que: "La
    luz blanca que aparece en la falda del cerro es buena, donde entra hay que
    clavar un puñal y al otro día ir a cavar... va a encontrar oro y plata. De la
    luz roja huyan o recen el Rosario, se dice que es luz mala, tentación del
    diablo
    ".


    Debido a la continua migración a las ciudades y centros poblados, y por constante
    progreso estas leyendas van quedando reservadas solo para los mayores; la juventud se preocupa
    por otras cosas que estima más importante.-

    </blockquote>
    </blockquote>
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    Mitos y Leyendas Argentinas Th_arg10
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    Mitos y Leyendas Argentinas Empty Re: Mitos y Leyendas Argentinas

    Mensaje por MISSARG Miér Ago 06, 2008 10:04 am

    La Salamanca
    <blockquote>
    <blockquote>
    Es una fiesta organizada en honor al macho
    cabrío en algún socavón de roca alejado del poblado.
    En ella se sirven exquisitos manjares y bebidas y se baila y canta hasta
    la primera luz del amanecer.

    En la Salamanca se encuentran brujas, almas condenadas, y demonios de
    los infiernos.


    Mitos y Leyendas Argentinas Salam01

    En Tucumán se han encontrado Salamancas en las localidades de
    Las Cejas, Monteros, Tafí (Salamanca del Siambón) y en otros
    lugares no tan conocidos (Valles Calchaquíes). Se dice que a la
    Salamanca pueden ingresar todos aquellos que deseen hacer un pacto con el
    Diablo o adorarlo. Al ingresar al socavón se debe besar los cuartos
    traseros de un carnero y luego entregarse a la orgía.

    En las noches suele oírse el estruendo de la música y
    carcajadas de los condenados. Si alguien pasa cerca de la Salamanca y no
    desea ser tentado a ingresar, debe llevar un Rosario en la mano o bien
    ser un hombre de mucha Fe. La gente que participa de la Salamanca puede
    estar varios días sin dormir y no se les nota el cansancio,
    además son "agraciados" con algunas virtudes como la ejecución
    de instrumentos, la capacidad de canto, la oratoria, etc. signos estos
    característicos de haber firmado un contrato con el Diablo.

    </blockquote>
    </blockquote>


    El Zupay




    El Zupay, uno de los seres malignos de
    nuestra mitología folklórica... En realidad es el mismo demonio.
    Ricardo Rojas mencionaba que el Zupay
    prefiere la forma humana para sus manifestaciones; "ha encarnado alguna
    vez en cuerpo de hermoso mancebo, apareciéndose en un rancho de la espesura
    para tentar a cierta mujer ingenua. Se ha mostrado otra ocasión como un
    gaucho rico y joven que visitó la selva en su caballo enjaezado de mágicos
    arreos
    ".


    Mitos y Leyendas Argentinas Thzupay
    El
    Zupay es todo lo que representa el mal, el sufrimiento, la desdicha, la
    maldición. En algunos sitios del Norte Argentino y sur de Bolivia es también un
    dios, resultando la paradoja del dios-demonio y demonio-dios.

    Son diversos los lugares que habita este
    maligno ser, lugares de juego, de placer y de tentación. El es el que preside
    las reuniones de la salamanca, el que tiene como
    súbditos a sapos, víboras, duendes y los desdichados que le vendieron su alma a
    cambio de alguna gracia terrena.

    El Zupay vendría a ser el Satanás
    cristiano y al Anchanchus incaico, tal nos recuerda Antonio Paleari.

    Sus ardides para lograr sus objetivos son
    infinitos, desde parecer un ingenuo niño, hasta una tentadora mujer, así pone a
    disposición de los incautos y descreídos todas sus artimañas, las que terminan
    con un contrato firmado con tinta china y la muerte del criollo que por una
    mujer, cantar, bailar o dinero le entregó el único don que el hombre no debe
    descuidar: su alma.

    Sus nombres más comunes son Diablo o Tío y
    se dice que vive preferentemente en las profundidades de la tierra en medio de
    llamas ardientes. Cuando se está por producir su aparición el olor inconfundible
    del azufre es una carta de presentación que apabulla al más valiente.

    Antonio Paleari dice que su imagen más
    difundida es la de un pequeño enano de anchas espaldas y abultado vientre,
    calvo y si bien no es joven, tiene agilidad y cierto donaire
    . Su mirada
    es cautivante, socarrona y su sonrisa, franca y compradora. Su vestimenta es
    variada pero muy rica. Vive en las grutas, en los fondos de las lagunas y de los
    manantiales. Vaga en las minas profundas y descansa en las casas abandonadas
    .

    También es representado como un macho
    cabrío, mitad carnero mitad hombre, y su mayor arma es lograr la desunión y la
    desesperanza.



    fuente:
    Código:
    http://www.folkloredelnorte.com.ar

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