Las personas con Alzheimer que tienen una cabeza grande poseen una mejor
memoria y más capacidad para pensar que aquellos pacientes con la misma
enfermedad y una cabeza más pequeña, incluso si el Alzheimer ha acabado
con la misma cantidad de neuronas en ambos casos. Así lo ha demostrado
un trabajo realizado por investigadores de la Universidad Técnica de
Munich (Alemania) y publicado en la revista Neurology.
Según el autor de este estudio, Robert Perneczky, de la Universidad
Técnica de Munich, “estos resultados añaden peso a la teoría de la
reserva cerebral, es decir, la capacidad individual de resistir los
cambios en el cerebro”. “Nuestros descubrimientos también subrayan la
importancia de que el cerebro se desarrolle de forma óptima en las
primeras etapas de la vida, hasta que alcanza el 93 por ciento de su
tamaño definitivo, a la edad de seis años”, agrega.
El tamaño de la cabeza es una de las vías para medir las reservas con
las que cuenta un cerebro y el crecimiento cerebral. Según Perneczky,
mientras que el cerebro crece está determinado en parte por la genética,
pero también por la nutrición, las infecciones y la inflamación del
sistema nervioso central y los daños cerebrales.
“Mejorar las condiciones prenatales y de las primeras etapas de la vida
podría aumentar de forma significativa las reservas cerebrales, lo que
podría tener un impacto sobre el riesgo de desarrollar la enfermedad de
Alzheimer o la severidad de sus síntomas”, indica.
Un total de 270 personas con Alzheimer participaron en este estudio,
realizando test de memoria y capacidades cognitivas, además de escáners
de resonancia magnética funcional (MRI) de sus cerebros para medir la
cantidad de neuronas con las que acabó esta enfermedad. El tamaño de la
cabeza se determinó al medir su circunferencia.
El trabajo demostró que un mayor tamaño de cabeza estaba asociado con
mejores resultados en los test de memoria y reflexión, incluso cuando
existe un grado equivalente de muerte celular en el cerebro. En
concreto, para cada 1 por ciento de neuronas muertas, un centímetro
adicional de cabeza está asociado con un 6 por ciento mejor resultado en
los test de memoria.