Dispara a su mujer con papel higiénico
Lonnie Irvin Pinnix, de 38 años y natural de Carolina del Norte (EE.UU.) esperaba que su mujer volviera a casa. Furioso decidió no irse a la cama hasta que ella llegase.
Finalmente su mujer, Darlene, llegó practicamente a medianoche. El caso es que a Lonnie le sentó bastante mal el retraso.
Darlene, que no estaba por la labor de aguantar una discusión, ignoró los gritos de su marido y se echó en la cama, dispuesta a descansar.
Unos segundos después Darlene escuchó un disparo y sintió una quemazón en la espalda. Su marido le había disparado.
Sin embargo ella seguía viva. Lonnie no había cargado la pistola con balas sino con papel higiénico.
Por lo visto la intención era descargarse pero no hasta tal punto que pudiera hacer “demasiado daño” a Darlene. El caso es que la mujer tuvo que ser hospitalizada con quemaduras en las espalda. Ahora Lonnie está pendiente de juicio.
Esperamos que todo vaya bien en el juzgado y que el abogado defensor de Lonnie no use las pistas para limpiarse el trasero.
Lonnie Irvin Pinnix, de 38 años y natural de Carolina del Norte (EE.UU.) esperaba que su mujer volviera a casa. Furioso decidió no irse a la cama hasta que ella llegase.
Finalmente su mujer, Darlene, llegó practicamente a medianoche. El caso es que a Lonnie le sentó bastante mal el retraso.
Darlene, que no estaba por la labor de aguantar una discusión, ignoró los gritos de su marido y se echó en la cama, dispuesta a descansar.
Unos segundos después Darlene escuchó un disparo y sintió una quemazón en la espalda. Su marido le había disparado.
Sin embargo ella seguía viva. Lonnie no había cargado la pistola con balas sino con papel higiénico.
Por lo visto la intención era descargarse pero no hasta tal punto que pudiera hacer “demasiado daño” a Darlene. El caso es que la mujer tuvo que ser hospitalizada con quemaduras en las espalda. Ahora Lonnie está pendiente de juicio.
Esperamos que todo vaya bien en el juzgado y que el abogado defensor de Lonnie no use las pistas para limpiarse el trasero.